La Procuraduría General de la República solicitó la designación de un juez de instrucción especial para el control de las investigaciones en contra del presidente de la Cámara de Cuentas de la República (CCRD), Janel Andrés Ramírez Sánchez, acusado de acoso laboral y de hacerles propuestas de carácter personal a dos abogadas.
La solicitud fue hecha por los procuradores adjuntos Fernando Quezada e Isis de la Cruz, al presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina Peña, quien además es el presidente del Consejo del Poder Judicial.
De inmediato, Molina Peña mediante auto núm.32-2023, del 17 de este mes, designó a la magistrada Vanessa Acosta Peralta, para que lleve el control de la pesquisa en contra de Ramírez Sánchez.
“Designar a la magistrada Vanessa Acosta Peralta, jueza de esta Suprema Corte de Justicia, como jueza de la instrucción Especial, para decidir los requerimientos en los que la ley su intervención durante el procedimiento preparatorio”, aduce el auto de designación.
El inciso primero del artículo 154 de la Constitución de la República atribuye a la Suprema Corte de Justicia competencia para conocer, en única instancia, de las causas penales seguidas al Presidente de la República, Vicepresidente de la República, legisladores y otros funcionarios con jurisdicción privilegiada.
La querella fue presentada por las abogadas Bella Massiel García Paulino y Virginia Ofelia Correa Jiménez, empleadas del departamento de Auditoría del órgano fiscalizador del Estado, a través de sus abogados Francisco García Rosa, Máximo Julio Correa Rodríguez, José Augusto Sánchez Turbí, Omar Antonio Ferrer Jiménez y Toribio Rosado Rodríguez.
Los hechos
De acuerdo con la querella, el 4 de diciembre, Janel Ramírez Sánchez le pidió el número personal a Correa Jiménez con la intención de saber sobre una auditoría que realizaba. Sin embargo, el documento señala que Ramírez Sánchez se fue a lo personal:
“Le preguntó su edad, si estaba casada, a lo que respondió que sí, le preguntó qué tiempo tenía de casada, le dijo que dos años, sobre lo cual él comentó: ¡oh, todavía usted está de luna de miel! Preguntó si tenía hijos, le respondió que no y luego le preguntó si su esposo era celoso, a lo que ella respondió que sí, debido a que ya estaba incómoda con este tipo de preguntas”.
Como las abogadas laboraban en el Departamento de Auditorías debían trabajar fuera de horario y durante los fines de semana.
En ese sentido, según la acusación, el 5 de diciembre, el presidente de la CCRD invitó a almorzar a García Paulino y Correa Jiménez, quienes se negaron porque iban a comer en la casa de una de ellas.
También reseña que, no obstante, horas más tarde la seguridad del Ramírez Sánchez, solo conocido como “Edward”, las llamó con la intención de tener un acercamiento tipo personal con ellas.
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