NUEVA YORK._ Dos dominicanos fueron condenados a penas que suman 135 años de cárcel por el asesinato de un compatriota, en hecho ocurrido el 11 de enero del 2005, en Alto Manhattan. El sicario participante en el crímen fue sentenciado a 73 años y seis meses por la Corte Suprema de Nueba York.
Omán Gutiérrez de 36 años, y su cómplice de la misma edad José Inoa fueron encontrados culpable de matar a Eduardo Contreras en el interior del supermercado Licey, en la avenida Sherman del Alto Manhattan, cuando huía de sus atacantes y trató de refugiarse en el negocio.
Actuando como cliente de Gutiérrez, Inoa recibió como pago una suma no revelada de dinero para le quitara la vida a Contreras.
Inoa fue contratado por Gutiérrez desde una cárcel estatal en la que estaba cumpliendo sentencia por un caso de drogas no relacionado y durante el homicidio hirió también a Cristian Santos, amigo de la víctima y quien recibió un balazo en la cara, quedando con parálisis permanente y otra lesión de por vida.
Contreras fue abatido de dos disparos la madrugada del 11 de enero del 2005. El crimen fue perpetrado por Inoa a las 12:40 de la madrugada. Otros seis implicados fueron arrestados por la Policía y se declararon culpables a comienzo de año.
La sentencia a ambos sicarios quisqueyanos les fue leída en la Corte Suprema del Estado, después que Gutiérrez fuera declarado culpable el primero de julio de este año por un jurado que lo halló responsable por el asesinato en segundo grado, intento de asesinato en segundo grado, conspiración en segundo grado, posesión criminal de un arma en segundo grado y posesión criminal de un arma en tercer grado.
Fue confinado a 52 ½ años a cadena perpetua.
A Inoa se le condenó 73 ⅓ por asesinato en primer grado, asesinato en segundo grado, intento de asesinato en segundo grado, asalto en segundo grado, posesión criminal de un arma en segundo grado y posesión criminal de un arma en tercer grado. Fue sentenciado a 73 1/3 años a cadena perpetua.
Inoa residía en El Bronx y Gutiérrez en el Alto Manhattan. “Este caso pone de manifiesto los vínculos intrínsecos entre el narcotráfico y el crimen violento”, dijo el Fiscal de Distrito Cyrus Vance en un comunicado emitido después de las sentencias. “Estos traficantes de drogas cobraron la vida de un padre de ocho hijos y usan constantemente la amenaza, táctica de intimidación, violencia y dinero para tratar de mantener su control sobre nuestros barrios”, agregó.
Gutiérrez e Inoa eran amigos de la infancia, por lo que al primero se le facilitó reclutar al segundo para cometer el asesinato.
En la investigación del caso actuaron oficiales de del cuartel 33 encabezados por el agente Rolando Rivera de la División de Inteligencia de la policía local y los fiscales adjuntos Fionnuala O ´Doherty y Kwestin Abigial. Detectives del Departamento de Correcciones y la Oficina de Investigación Criminal del Procurador General del Estado participaron también en las averiguaciones.
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