lunes, 19 de diciembre de 2011

Un día como hoy de 1965 Alvarito recuerda la Batalla del Hotel Matum en la Memoria histórica de la Z


En medio del tiroteo los constitucionalistas respondieron, como pudieron, pero estaban allí, muriendo y matando"
Hoy se cumplen 46 años de la batalla del Hotel Matum, y como el que no conoce la historia del país, no puede amarlo, ni defenderlo, don Álvaro Arvelo hizo un recuento o cronología de lo que significó esa masacre, reseñándolo en la Memoria Histórica de la Z101.
Casi medio siglo después de esa masacre, don Álvaro inició el recuento mencionando al coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, un militar joven de ideas avanzadas que tenía un movimiento en las Fuerzas Armadas para modernizar, depurar y hacer progresar la institución castrense, esto a pesar de que era hijo de un general trujillista, Ludovino Fernández.
Cuenta Alvarito que luego del golpe de Estado al profesor Juan Bosch, el 25 de septiembre de 1963, el coronel Fernández Domínguez trató de rescatarlo, así como a los demás miembros de su Gobierno, por lo que le envió un mensaje para dar un contragolpe.
Continuó diciendo que aunque Bosch recibió el mensaje para ocupar el Palacio Nacional se negó a la propuesta con el argumento de que eso implicaría derramamiento de sangre.
En ese sentido y como un paréntesis, Alvarito entiende que Bosch desarrolló un miedo institucional, o sea que le temía al poder, y afirmó que fue él quien no quiso que lo restablecieran en la presidencia de la República.
Arvelo indicó que luego vino el Gobierno de facto, o sea el Triunvirato, y que  el coronel Fernández Domínguez fue sacado del país como agregado militar en Chile y que estando allí estalla la Revolución de abril de 1965, en la que Peña Gómez representaba al jefe político y el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó era el jefe militar.
Explicó don Álvaro que cuando los constitucionalistas estaban ganando la batalla, se produjo la intervención militar de Estados Unidos, y dice que Fernández Domínguez logró regresar cuando  Caamaño ya era presidente constitucional, luego de haber renunciado a su condición de militar.
Dijo que Caamaño formó su gabinete en el que el ministro de Interior y Policía era Fernández Domínguez, quien se mantuvo siempre inquieto, porque entendía que "debía hacer algo".
Fue el 19 de mayo, cuando Fernández Domínguez le comunicó a Caamaño Deñó su intención de   capturar el Palacio Nacional -que en ese momento estaba ocupado por las fuerzas extranjeras.  Tanto Caamaño, como otros allegados, se negaron por entender que eso sería un suicidio, sin embargo, el actuó y allí murió acribillado.
El 19 de diciembre de 1965,  siete meses después de la muerte del coronel Fernández Domínguez, el coronel Caamaño y su Estado Mayor se trasladaron a Santiago para visitar su tumba y asistir a una  misa a su memoria, pero allí había un plan para asesinar a Caamaño.
Como no se produjo el atentado en ese lugar, Caamaño y su equipo fueron a almorzar al Hotel Matún algo que era costumbre siempre que iban a Santiago, y estando allí fueron rodeados por militares de las Fuerzas Armadas con la finalidad de tomar el hotel y matar a los constitucionalistas.
Se produjo entonces el tiroteo con cañones, desde helicópteros, y los constitucionalistas respondieron como pudieron, puesto que estaban desprevenidos, pero estaban allí, muriendo y matando. Había balas por todos lados.
Fue gracias a la intervención del canciller de Caamaño, el doctor Jottin Cury, quien "movió teclas" junto a la iglesia para dar a conocer la masacre que se llevaba a cabo en el Hotel Matún.
Luego de esto, el jefe de las tropas de Estados Unidos, Cruz Palmer, asumió el control y dio la orden para cesar el fuego y que se traslade a los sobrevivientes.
Alvarito dejó claro que en un día histórico, la batalla del Hotel Matum, mientras se hacía homenaje póstumo a Fernández Domínguez, la intención era llevarse a todo el que estaba ahí.
Afirmó que gran parte de los textos de hechos históricos dominicanos son manipulados por el imperio de Estados Unidos y que son apoyados por socios criollos, salvo honrosas excepciones, con la finalidad de que no se conozca la historia y los dominicanos no amen su  identidad.
Criticó el hecho de que en las escuelas pongan un parrafito o no pongan nada, o que si colocan 5 ó 6 párrafos, los mismos son tergiversados, para que los niños, que son el futuro del país, no defiendan la nación.DE LA Z101DIGITAL.COM

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