La excavación de un yacimiento taíno en donde fueron hallados varios esqueletos y miles de piezas a finales del año pasado en Playa Grande, entre los poblados Río San Juan y Cabrera, confirmó que los tres grupos de tainos: ostionoides, mellacoides y chicoides, convivieron en el mismo terreno y en la misma época por un tiempo determinado, cuando se tenía como referencia lo contrario.
Así lo afirmó, el arqueólogo español Adolfo López en una conferencia en la Academia de Ciencias de República Dominicana, en torno a la investigación de taínos fechados entre los años 650 y 1500 después de Cristo y diferenciados por el tipo de cerámica que elaboraban y por otros aspectos sobre la historia aborigen de la isla.
López es el director del proyecto y hace seis meses inició una de las excavaciones más grandes que se ha realizado en el país y una de las pocas llevadas a cabo en la zona Norte con el apoyo financiero de inversionistas que piensan realizar un proyecto turístico en el terreno, pero que consideraron estudiar el lugar antes de comenzar sus trabajos.
“En el primer momento (cuando se originó el asentamiento) la mayor parte de la cerámica es Mellacoides con un 70 por cierto, un porcentaje de Chicoide de un diez y un 20% Ostionoide, pero al final de todo hay un 40% Chicoide, 40% Mellacoide y un 20% Ostionoide, sin duda ninguna y ya demostrado y probado”, aseguró López tras advertir que su equipo examinó miles de fragmentos de cerámicas de estos grupos.
Junto con López trabaja un grupo multidisciplinario de profesionales, nacionales e internacionales, entre ellos los arqueólogos Cristóbal Burkhatter, Alicia Galarraga, Sara Gálvez, Alejandro Selmi, Jorge Ulloa, el geólogo Enríquez Burkhatter y el antropólogo Abelardo Jiménez Lambertus.
Además, el biólogo Renato Rímoli del Museo del Hombre Dominicano , José Guerrero, director del Instituto Dominicano de investigaciones Antropológicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), junto a diez ayudantes.
RESULTADOS ANÁLISIS ANTROPOLÓGICOS
En otro sentido, los análisis del antropólogo Abelardo Jiménez Lambertus, dieron como resultado que el esqueleto que fue hallado en un enterramiento de la zona y que estaba mejor conservado, se trata de una mujer taina de 38 años y que medía un metro 44 de altura.
El otro, que ya casi sus huesos estaban pulverizados, era un niño de 2 años.
Otros de los últimos hallazgos, es que posiblemente los habitantes de esa zona se dedicaban a fabricar hachas de Jade, muy usadas por las culturas aborígenes de Sudamérica, posiblemente para intercambiarlas, ya que según explicó Adolfo, su equipo ha encontrado 30 hachas de este material, y no es coincidencia, porque la única cantera en el Caribe está ubicada en Rio San Juan, muy cerca de la Playa.
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