El segundo teniente Martín Alcántara Hernández, alias Paquín, jefe del Destacamento policial de San Luis, en Santo Domingo Este, fue relacionado con intento de sicariato en un caso que se investiga
El presidente de la Dirección Nacional de Control de Drotas (DNCD), mayor general Rolando Rosado Mateo, anunció que el segundo teniente Martìn Alcántara Hernández, alias Paquín, jefe del Destacamento policial de San Luis, en Santo Domingo Este, debe ser separado de la Policía Nacional por supuestos vínculos con actividades ilegales.
Rosado Mateo dijo que aunque el oficial fue liberado, el Ministerio Público prosigue las investigaciones sobre las relaciones del oficial con una dominicana residente en Puerto Rico, que identificó sólo como Lucía (Ángela Lucía Rosario), a quien sindica como traficante de heroína.
En visita a El Gobierno de la Tarde de la Z101, el oficial explicó que mientras investigaba directamente un caso de narcotráfico que involucraba a la mujer (Rosario) sobre el tráfico de heroína a Puerto Rico, se descubrió un caso de sicariato consistente en el secuestro y posible muerte de un joven conocido como Ángel (que el realidad es Salvador Victoriano Galván, de 29 años), en el que supuestamente estaba involucrado el oficial.
Dijo que acudió directamente a San Luis porque se daba seguimiento de inteligencia a Lucía, por los informes que se tenían sobre ella para apresarla con las evidencias.
Sin embargo, aclaró que al llegar a la localidad determinan que Lucía había llegado de Puerto Rico y al no poder comunicarse con un joven llamado Ángel, de 26 a 27 años, con quien tiene una relación sentimental, ordena su secuestro y que lo despojen de una yipeta y dinero, que eran de su propiedad.
Para la ejecución del secuestro, Rosado Mateo dijo que Lucía supuestamente contrató los servicios de un hombre identificado como Joaquín, quien a su vez habría contratado al segundo teniente Alcántara Hernández, que recibiría 100 mil pesos por la acción.
El presidente de la DNCD manifestó que el oficial ordenó a una patrulla, integrada por un cabo y un raso de la dotación de San Luis, detener a Ángel, por lo cual mandaron a detener la yipeta en la que supuestamente viajaba, pero que quien la ocupaba era el padre de éste y los llevaron al recinto policial, donde Lucía recibió la yipeta.
Se procedió a detenerla junto a la yipeta, por los informes que se tenían sobre ella, pero el Ministerio Público la liberó, por falta de evidencias, e igual hizo con el oficial, mientras que los agentes de la dotación fueron reintegrados a sus labores por el jefe de la Policía, por actual en base a la orden dada por Alcántara Hernández, sin saber que era una acción de sicariato.
Rosado Mateo advirtio, no obstante, que se siente satisfecho de la labor desarrollada, porque los agentes bajo su dirección reconocen la rectitud y autoridad conque actúa, actitud con la que dijo envía un mensaje de que actuará sin contemplación contra los que intenten manchar el organismo.
Rosado Mateo dijo que aunque el oficial fue liberado, el Ministerio Público prosigue las investigaciones sobre las relaciones del oficial con una dominicana residente en Puerto Rico, que identificó sólo como Lucía (Ángela Lucía Rosario), a quien sindica como traficante de heroína.
En visita a El Gobierno de la Tarde de la Z101, el oficial explicó que mientras investigaba directamente un caso de narcotráfico que involucraba a la mujer (Rosario) sobre el tráfico de heroína a Puerto Rico, se descubrió un caso de sicariato consistente en el secuestro y posible muerte de un joven conocido como Ángel (que el realidad es Salvador Victoriano Galván, de 29 años), en el que supuestamente estaba involucrado el oficial.
Dijo que acudió directamente a San Luis porque se daba seguimiento de inteligencia a Lucía, por los informes que se tenían sobre ella para apresarla con las evidencias.
Sin embargo, aclaró que al llegar a la localidad determinan que Lucía había llegado de Puerto Rico y al no poder comunicarse con un joven llamado Ángel, de 26 a 27 años, con quien tiene una relación sentimental, ordena su secuestro y que lo despojen de una yipeta y dinero, que eran de su propiedad.
Para la ejecución del secuestro, Rosado Mateo dijo que Lucía supuestamente contrató los servicios de un hombre identificado como Joaquín, quien a su vez habría contratado al segundo teniente Alcántara Hernández, que recibiría 100 mil pesos por la acción.
El presidente de la DNCD manifestó que el oficial ordenó a una patrulla, integrada por un cabo y un raso de la dotación de San Luis, detener a Ángel, por lo cual mandaron a detener la yipeta en la que supuestamente viajaba, pero que quien la ocupaba era el padre de éste y los llevaron al recinto policial, donde Lucía recibió la yipeta.
Se procedió a detenerla junto a la yipeta, por los informes que se tenían sobre ella, pero el Ministerio Público la liberó, por falta de evidencias, e igual hizo con el oficial, mientras que los agentes de la dotación fueron reintegrados a sus labores por el jefe de la Policía, por actual en base a la orden dada por Alcántara Hernández, sin saber que era una acción de sicariato.
Rosado Mateo advirtio, no obstante, que se siente satisfecho de la labor desarrollada, porque los agentes bajo su dirección reconocen la rectitud y autoridad conque actúa, actitud con la que dijo envía un mensaje de que actuará sin contemplación contra los que intenten manchar el organismo.
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