Jerusalén/Ramala, 5 ene (EFE).- Israelíes y palestinos se preparan ante el temporal que se aproxima a la región procedente de Rusia y que, según los meteorólogos, puede ocasionar una fuerte tormenta de nieve como la que el año pasado colapsó Jerusalén y Ramala.
El alcalde israelí de Jerusalén, Nir Barkat, anunció hoy en rueda de prensa que la policía bloqueará todos los accesos a la ciudad horas antes de que llegue el frente frío, posiblemente el miércoles por la noche o el jueves de madrugada, informan medios locales.
"La policía no permitirá el tráfico en las principales carreteras, ni en las entradas a la ciudad, ni en las principales arterias dentro de ella", dijo el regidor, que el año pasado fue duramente criticado junto con otras autoridades debido a las consecuencias de una tormenta similar.
Entonces decenas de miles de personas quedaron en la más completa oscuridad durante varios días por una avería eléctrica en medio del temporal y miles de israelíes se vieron atrapados en las montañosas carreteras de acceso a la ciudad porque ningún organismo las había cerrado.
En Ramala, a sólo 15 kilómetros y que también sufrió las consecuencias de aquella tormenta, se ha recomendado a la población tomar medidas de precaución para evitar que el viento derribe paneles solares de los tejados y todo tipo de instalaciones.
"La principal instrucción a la población es vaciar los tejados de todo tipo de cosas, tratar de amarrar paneles y planchas que pueda llevarse el viento, que es el principal problema", declaró a Efe el mayor Said Ahmuz, oficial del servicio de defensa civil en El Bire, próxima a la capital administrativa de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
El oficial destacó que las dos localidades, así como otras palestinas, tienen un diseño urbano en el que las viviendas están muy cerca unas de otras, por lo que suele haber daños colaterales cuando el viento arrastra algo.
Los preparativos en ambas ciudades comenzaron el domingo con las primeras informaciones acerca de la llegada de un frente frío con posibles vientos fuertes y nieve, aunque los meteorólogos advierten de que los pronósticos no son siempre exactos.
En el norte de Israel, donde hay montañas de mucha mayor altitud, la nieve parece garantizada, pero los expertos aseguran que el frente afectará casi con toda probabilidad a cualquier punto por encima de los 600 metros.
En Jerusalén y Ramala se prevé una acumulación de poco más de 60 centímetros y las excavadoras están ya en estado de alerta para abrir las principales vías. EFE
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