Haitianos que participaron ayer en el mercado binacional expresaron su queja y desesperación por la escasez de pollos y huevos en su país.
Dicen que cuando los productos agrícolas aparecen en los establecimientos y mercados públicos de su país, registran precios inalcanzables para los pobres.
La comerciante Dianny Pierre dijo que las autoridades de Aduanas en Ounaminthe,(Haití), les cobran impuestos muy altos y agregó que el pollo vivo cuando lo encuentran en territorio dominicano, lo compran a un precio aceptable, pero con los impuestos que les cobran los colectores aduaneros de Haití, la libra se vende en su país a un equivalente de 200 pesos y que por eso es que la mayoría de comerciantes y compradores haitianos prefieren comprar vivos esas aves de crianza en granjas.
Quiebra
Algunos comerciantes haitianos aducen que la escasez de pollos los está llevando a la quiebra y que la gente pide con frecuencia el producto.
Mientras en República Dominicana, el mondongo (intestinos), las plumas y el pico se desperdicia, en Haití usan los primeros para venderlos en frituras y hacer cocidos.
Las plumas para adornos, el pico para completar artesanías que se venden en centros turísticos. Las patas, las mollejas y las asaduras (higados), los venden aparte de las carnes.
Los cascarones de los huevos los usan para adornar ciertas matas en los jardines de casas propiedad de clase media baja y alta.
Mientras, la pequeña comerciante haitiana Natanny Merá Louis, comenta que el mondongo del pollo los dominicanos los botan como desperdicios, pero que en Haití, hay frituras y cafeterías que los venden fritos, guisados y en sopas, pero que ahora hay crisisis en la comercialización de pollos vivos.
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