La sede central del Arzobispado de Santiago de los Caballeros.
SANTIAGO.- La Arquidiócesis local de la Iglesia católica afirma que desde medios de comunicación se está destruyendo el tejido social dominicano al emplear un lenguaje vulgar, violento y disociador y que ya se ha hecho un estilo.
En su nota editorial titulada “Un clamor que sale del alma”, el semanario católico Camino y que circulará en todas las parroquias del país a partir del próximo domingo 21, la Iglesia indica que esos medios por conseguir fama y dinero, promueven actitudes dañinas para la población.
“Estos voceros de los antivalores están creando un clima que asfixia los sentimientos nobles que se anidan en el corazón de cada ser humano”, subraya el vocero escrito de la Iglesia Católica.
Precisa que la avalancha de contenidos malignos es tan fuerte que diversos sectores de la vida nacional están reclamando, con sobrada razón, que se ponga freno a este libertinaje en que han caído muchos comunicadores.
“Como dice la Doctrina Social de la Iglesia, el derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana, y aquí se ha vuelto una rutina que a través de algunos medios y más ahora con los avances de las redes sociales, se difame, insulte y se destruya a las personas”, puntualiza Camino.
El semanario señala que hay que sumarse a la preocupación colectiva de adecentar a los medios en una época donde encuentra más personas que han confundido la libertad de expresión con el libertinaje.
“Es hora de revisar la Ley sobre Expresión y Difusión del Pensamiento, para adecuarla a la nueva realidad que estamos viviendo”, sostiene el semanario nacional católico Camino.
Indica que no se debe perder un minuto más en la tarea de adecentar los medios de comunicación para que no sigan haciendo el gran daño entre los ciudadanos.
Y recuerda que los medios de comunicación tienen una misión muy clara y es la de informar, orientar, educar y llevar entretenimiento sano a los usuarios para sentar las bases de una sociedad en donde el respeto a la dignidad humana sea sagrado.
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