martes, 22 de marzo de 2011

El chofer prófugo era reincidente en conducir a alta velocidad

Rufino Ramírez Vargas, el joven de 32 años y pelo largo negro que se ve en un video tomando bebidas alcohólicas antes de tomar el volante del autobús en que, tras un fatal accidente en Haras Nacionales perecieron siete estudiantes y unos cinco resultaron heridos, había sido suspendido de la Asociación de Choferes de Villa Mella (Asochovim).


Los motivos: conducir a alta velocidad y haber chocado -al menos- dos autobuses, y también por “descuadres financieros” entre él y los dueños de las unidades que llegó a conducir.

“Él estuvo suspendido de la ruta por ser tan corredor. Ya allá (Villa Mella) nadie le daba guagua”, fueron las palabras de Sixto Mercedes, secretario general de Asochovim, a Z101Digital.com.

“Yo lo saqué por irresponsabilidad porque me decían que el corría mucho”, dijo en exclusiva Fernando Artiles, el propietario de unos de los últimos autobuses que manejó Ramírez Vargas.

Cuando dos o tres días antes del fatal accidente Rufino se presentó al control con una guagua, todos se sorprendieron: “Morrobel (el dueño del vehículo) no lo conocía”, comentó Mercedes.

“Los compañeros se sorprendieron porque lo vieron con esos muchachos”, y no pudieron hacer nada, porque -al ser domingo- no había Control, pero de haber habido lo más probable es que le hubiesen impedido hacer el viaje.

Al parecer, Rufino Ramírez Vargas tenía lazos de amistad con algunos de los menores, pues organizaba este tipo de gira con el mismo grupo al margen de la asociación, incluso, se le atribuye un viaje con los menores al río Higuero.

Según Sixto Mercedes, cuando a la Asochovim llaman para solicitar un vehículo para una gira, envía a choferes responsables, especialmente si se trata de menores.

“...y siendo él el más viejo, se pone a beber para luego conducir el vehículo”, lamentó Mercedes, quien estuvo esperando a Ramírez Vargas la tarde del domingo en el Destacamento de Villa Mella, donde coordinaron su entrega.

“Estamos haciendo toda la diligencia y todos los contactos para que él se entregue”. Recordó que además de que el joven debe responder por su acción irresponsable (recordemos que también dejó abandonados a los niños tras el accidente), “su vida no vale nada mientras esté huyendo”.Una de las razones por la que éstos choferes muestran interés por colaborar con la entrega de Rufino, es porque la mayoría reside en el mismo sector en que vivían los adolescentes que perdieron la vida en el accidente.

Sixto Mercedes dijo que se mantienen en contacto con la madre y los hermanos del joven para que se entregue. La esposa cerró la casa y huyó también.

Juan Hubieres, presidente de Fenatrano, sindicato al que se dijo inicialmente pertenecía el chofer, dijo que esa entidad no maneja choferes ni cobradores, sino que aglutina a los sindicatos a los que éstos pertenecen.

“Al deo (dedo) malo to se le pega”, fue la respuesta que dio cuando se le cuestionó por qué mencionaron a Fenatrano. “Las federaciones no manejan rutas ni choferes ni cobradores, sino que cada sindicato es una empresa particular”, explicó.

Cree que si en este país hubiese autoridad, este terrible accidente no hubiese ocurrido, porque el chofer ya tenía un historial de irresponsabilidad.

“Lo primero es que aquí no hay autoridad en este país, aquí la autoridad sólo está para cobrar impuestos”.

En cuanto a la responsabilidad de los sindicatos, dijo que es muy difícil controlar a los choferes y cobradores, y que el consumo de drogas es un problema que les afecta.

Comentó, fuera de récord, que cuando hacen pruebas antidoping a los choferes, algunos le dicen que les de un mes para podérsela hacer, pero que cuando se la hacen “si están sucios y no se quieren curar: ¡Fuera!”

En algunos casos, les dan tres meses para rehabilitarse.

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