Retuvieron por más de media hora a la doctora Aidee Juan Benítez y su familia
La frase “Rece, no hay problemas, nosotros también somos gente de Dios” no parece reflejar nada malo en una sociedad, pero que esa expresión venga de unos ladrones que entran armados a una casa, secuestran a una familia por más de media hora, se llevan dos vehículos, dos televisores, dos computadoras, varios celulares y miles de pesos en joyas, sí hace pensar que la sociedad toca fondo en materia de delincuencia violenta.
Con la perla “Lo que pasa es que la cosa está mala” adobaron su burla los ladrones que el pasado domingo asaltaron la casa de la doctora Aidee Juan Benítez, en Bonao, y cargaron con casi todos sus bienes, además de provocarle, junto a sus dos hijos y una cuñada, los peores momentos de su vida.
“Cuando me amarraron, empecé a orar, porque pensaba que me iban a matar... en eso uno de ellos me dijo que no había problema, que rezara, porque ellos también son gente de Dios, pero que la cosa estaba muy mala. Yo ni sabía si echarme a reír o qué hacer”, narra la voz todavía entrecortada de la doctora, que decidió hacer público el suceso ante la falta de respuesta de los cuerpos de investigación.
Los hombres aprovecharon que el hijo de la doctora regresaba de la Capital para entrar a la casa por la puerta que se quedó abierta y lo demás es historia. Mientras los tres pillos ejecutaban su macabra tarea, un cuarto esperaba afuera en un vehículo, sin embargo, los vecinos ignoraban que se tratara de una descarada operación delictiva.
Según la doctora Juan, los delincuentes pedían que buscaran “el dinero”, lo que la hace pensar que tenían alguna referencia al respecto. Además de los bienes, los hombres se llevaron los documentos que tenían los miembros de la familia, aunque dejaron unos títulos de propiedad que había en una caja fuerte.DE LA Z101 DIGITAL.COM
Con la perla “Lo que pasa es que la cosa está mala” adobaron su burla los ladrones que el pasado domingo asaltaron la casa de la doctora Aidee Juan Benítez, en Bonao, y cargaron con casi todos sus bienes, además de provocarle, junto a sus dos hijos y una cuñada, los peores momentos de su vida.
“Cuando me amarraron, empecé a orar, porque pensaba que me iban a matar... en eso uno de ellos me dijo que no había problema, que rezara, porque ellos también son gente de Dios, pero que la cosa estaba muy mala. Yo ni sabía si echarme a reír o qué hacer”, narra la voz todavía entrecortada de la doctora, que decidió hacer público el suceso ante la falta de respuesta de los cuerpos de investigación.
Los hombres aprovecharon que el hijo de la doctora regresaba de la Capital para entrar a la casa por la puerta que se quedó abierta y lo demás es historia. Mientras los tres pillos ejecutaban su macabra tarea, un cuarto esperaba afuera en un vehículo, sin embargo, los vecinos ignoraban que se tratara de una descarada operación delictiva.
Según la doctora Juan, los delincuentes pedían que buscaran “el dinero”, lo que la hace pensar que tenían alguna referencia al respecto. Además de los bienes, los hombres se llevaron los documentos que tenían los miembros de la familia, aunque dejaron unos títulos de propiedad que había en una caja fuerte.DE LA Z101 DIGITAL.COM
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