Cuando menos 30 generales trabajaron en el operativo que montó la Policía Militar Electoral el día de las elecciones para contrarrestar y enfrentar a grupos paramilitares que pretendían suplantar a las autoridades, según las autoridades electorales.
Así lo informó a Listín Diario el general Napoleón Terrero, jefe de la Policía Militar Electoral, quien dijo que la buena integración de ese cuerpo con los organismos de inteligencia y de Seguridad del Estado permitió el enfrentamiento a esos grupos formados por ex militares y policías con la finalidad de incidir en los resultados de las elecciones.
El general Terrero precisó que el país fue dividido en 26 zonas, cada una comandada por un general, pero que a los lugares donde existía una mayor amenaza enviaba un general adicional como refuerzo.
Al mismo tiempo, el general Terrero expresó que la efectividad con que fue enfrentado el plan también obedeció a que seis meses antes de las elecciones, a través de los organismos de inteligencia, fue detectado el mismo, lo que le permitió diseñar la estrategia para enfrentarlo.
Explicó que la Junta Central Electoral tiene en su poder los nombres y las fotografías de cada uno de los integrantes de los grupos paramilitares que en ocasiones se presentaron a lugares identificándose como miembros de la Policía Militar Electoral.
El plan era, a partir de las dos de la tarde del 20 demayo, crear las condiciones para que quienes no habían acudido a ejercer el sufragio se quedaran sin hacerlo, lo que beneficiaría al candidato del PRD.
“Nosotros teníamos una estructura diseñada por zonas; el país fue dividido en 26 zonas, y en cada una de esas zonas había un general al frente de la misma, mientras que en los lugares donde el plan de los paramilitares era más agresivo se designó un general adicional”, precisó.
Esos generales pertenecían a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional, y en los casos donde la zona abarcaba más de una provincia o las amenazas de los paramilitares era de mayor grado, entonces asignaban un general adicional.
Uno de esos lugares donde fue enviado fue la Cotuí, lugar donde el general Juan Jerónimo Braun se vio en la obligación de apresar a ex militares que merodeaban los colegios electorales armados, en violación a lo que establece la Ley electoral y un reglamento elaborado por la JCE que establece que el día de las elecciones solo los miembros de la Policía electoral y los escoltas del presidente y vicepresidente de la Republica pueden entrar armados a los recintos electorales. Sólo la ciudad de Santo Domingo fue dividida en seis zonas con seis generales al frente, algunos eran miembros del Ejército Nacional, la Fuerza Aérea, la Marina de Guerra y de la Policía Nacional.
La Vega y Bonao también fueron consideradas como zonas de alto peligro donde los paramilitares habían diseñado una estrategia de ataque, lo que provocó que también se designaran generales adicionales, según lo expresó Terrero.
“Ellos tenían toda una estructura con los ex militares retirados del país”, dijo Figueroa.
“Nosotros le damos seguimiento a su accionar a través de todas las agencias con quienes yo mantenía un contacto permanente para ir llevando el día a día”, agregó. Los grupos paramilitares fueron distribuidos en todo el país y aquellos que habían ostentado mayor rango, cuando estaban activos en organismos armados, eran quienes dirigían los equipos que lo integraban, reveló el oficial .
No hay comentarios:
Publicar un comentario