Guido Gómez Mazara manifestó que la sociedad dominicana ha sido testigo de un proceso convencional caracterizado por impedir la participación de una altísima cantidad de perredeistas, la falsificación de actas obviamente pre-fabricadas, el uso de miembros de la policía nacional al servicio de un aspirante, la negación de acreditar delegados en todas las mesas y el cierre de centros de votación donde las tendencias de simpatías establecían una clara ventaja a favor de nuestra candidatura.
Reveló que en los primeros 22 municipios donde se cumplió el mandato del Tribunal Superior Electoral respecto de la acreditación de los delegados: Miguel Vargas tiene un 11.6%, Guido Gómez Mazara 86.9%, 1.5% Francisco Pena y 0.2% a favor de Juan Santos.
Valoró y agradeció el extraordinario esfuerzo que han hecho dirigentes y militantes del PRD y a todos los que votaron a favor de nosotros. En todos los centros de votación donde los delegados se acreditaron correctamente, los perredeistas se decidieron en favor de la pluralidad, la apertura, el cambio y un PRD opositor. Un verdadero demócrata sabe los riesgos que implica competir contra exponentes partidarios desprovistos del sentido elemental del respeto a las reglas de la democracia y la transparencia. Eso sí, nuestro compromiso con los valores democráticos se mantiene con la firmeza de siempre y el desafío de seguir hasta el final.
Reitero que cree en la institucionalidad y ante la ausencia de un proceso transparente, todo resultado que no se compadezca con lo definido en las sentencias del Tribunal Superior Electoral es nulo de pleno derecho.
Dijo que las inconductas, excesos y la vocación fraudulenta no representan a todo el PRD. Lo mejor del perredeismo está en sus bases, la dirección media y exponentes del liderazgo histórico que, evocando las enseñanzas de José Francisco Peña Gómez, saben que la actividad política debe estar al servicio de la gente. En definitiva, lo que sirve de marco diferenciador consiste en una visión pragmática, desprovista del compromiso ideológico, carente de contenido, seducida por la idea de hacer de la política una plataforma para los negocios y distante del interés y la agenda de los sectores populares.
Manifestó que el PRD, con el cual está comprometido es el de las jornadas democráticas, el de la militancia social, el que pretende recuperar la agenda liberal y democrática, el partido solidario y promotor de las reformas institucionales. Y en ese intento, ni me doblan ni podrán derrotarnos.
Reiteró mantener la calma, ya que la lucha por la democracia es un camino largo y lo vamos a recorrer acompañado de los hombres y mujeres que siguen teniendo fe y esperanza en un partido cónsono con el país del siglo 21.
Reveló que en los primeros 22 municipios donde se cumplió el mandato del Tribunal Superior Electoral respecto de la acreditación de los delegados: Miguel Vargas tiene un 11.6%, Guido Gómez Mazara 86.9%, 1.5% Francisco Pena y 0.2% a favor de Juan Santos.
Valoró y agradeció el extraordinario esfuerzo que han hecho dirigentes y militantes del PRD y a todos los que votaron a favor de nosotros. En todos los centros de votación donde los delegados se acreditaron correctamente, los perredeistas se decidieron en favor de la pluralidad, la apertura, el cambio y un PRD opositor. Un verdadero demócrata sabe los riesgos que implica competir contra exponentes partidarios desprovistos del sentido elemental del respeto a las reglas de la democracia y la transparencia. Eso sí, nuestro compromiso con los valores democráticos se mantiene con la firmeza de siempre y el desafío de seguir hasta el final.
Reitero que cree en la institucionalidad y ante la ausencia de un proceso transparente, todo resultado que no se compadezca con lo definido en las sentencias del Tribunal Superior Electoral es nulo de pleno derecho.
Dijo que las inconductas, excesos y la vocación fraudulenta no representan a todo el PRD. Lo mejor del perredeismo está en sus bases, la dirección media y exponentes del liderazgo histórico que, evocando las enseñanzas de José Francisco Peña Gómez, saben que la actividad política debe estar al servicio de la gente. En definitiva, lo que sirve de marco diferenciador consiste en una visión pragmática, desprovista del compromiso ideológico, carente de contenido, seducida por la idea de hacer de la política una plataforma para los negocios y distante del interés y la agenda de los sectores populares.
Manifestó que el PRD, con el cual está comprometido es el de las jornadas democráticas, el de la militancia social, el que pretende recuperar la agenda liberal y democrática, el partido solidario y promotor de las reformas institucionales. Y en ese intento, ni me doblan ni podrán derrotarnos.
Reiteró mantener la calma, ya que la lucha por la democracia es un camino largo y lo vamos a recorrer acompañado de los hombres y mujeres que siguen teniendo fe y esperanza en un partido cónsono con el país del siglo 21.
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