EFE
Pekín (China).- Las autoridades provinciales de Yunnan (suroeste de China) elevaron este miércoles a 589 el número de víctimas mortales por el terremoto que sacudió la zona el domingo, 179 más que ayer (martes), y aseguraron que todavía hay 9 personas desaparecidas y más de 2.400 heridos.
Entre los fallecidos, 504 se encontraban en el condado de Ludian, el mas afectado por el violento seísmo, de 6,5 grados en la escala de Richter, y 72 en el de Qiajoia, dijo hoy la agencia oficial Xinhua.
Las tareas de rescate y la llegada de ayuda humanitaria se han complicado debido a las intensas lluvias que caen en la provincia y a los corrimientos de tierra.
El ministerio de Asuntos Civiles chinos ha pedido a la población que se apresta a ayudar a que lo haga de forma "ordenada y efectiva".
"Las primeras 72 horas después de un desastre son clave. Para asegurar el rescate de los supervivientes, aconsejamos a los voluntarios no profesionales que no entren a la zona del terremoto por sí mismos para no entorpecer el tráfico y las comunicaciones", dijo Pang Chenmin, director de la agencia de asistencia a desastres del ministerio, según recoge Xinhua.
Así mismo, advirtió a los "buenos samaritanos" que quieran hacer donaciones a que contacten con las autoridades primero para saber qué se necesita más y a que las hagan a través de grupos de caridad registrados oficialmente.
Por el momento, los equipos médicos se han quejado de la falta de provisiones para atender a los heridos en los hospitales de campaña instalados en la zona afectada, y han alertado de la urgencia por trasladar a mejores centros a algunos de ellos que necesitan operaciones más complejas.
El primer ministro Li Keqiang aseguró ayer desde la zona de la catástrofe que sacarán a los enfermos más graves del área arrasada por el terremoto e instó a todos los equipos desplazados a que "no cesen la búsqueda de supervivientes y desaparecidos".
Además, anunció que se enviarán a más efectivos militares a ayudar, y que se tomarán medidas para prevenir posibles epidemias.
Los equipos siguen trabajando a contrarreloj ante las previsiones de lluvias torrenciales para los próximos días y la posibilidad de fuertes réplicas del sismo del domingo.
Las autoridades comunistas han culpado de la elevada cifra de muertos a la fragilidad de las construcciones, la poca profundidad del terremoto -sólo 12 kilómetros- y a la densidad de población en esta zona, muy superior a la media provincial, mientras los residentes comenzaron a criticar su falta de inversión en Ludian, una de las regiones más pobres de China.DE EFE
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