El patólogo Sergio Sarita Valdez manifestó este martes en El Gobierno de la Tarde que quienes exhumaron la osamenta que podría ser de la niña de 10 años reportada como desaparecida en el 2015, Carla Massiel Cabrera, no siguieron el debido protocolo.
“El problema es que lo que se ha hecho es condenable en la práctica de la patología forense. No pueden precipitarse a decir cosas sin investigar ni tener un informe”, criticó Sarita Valdez.
Reveló que hay detalles que hay que aplicar a la hora de levantar un cadáver y tener sumo cuidado cuando se habla de ausencia de órganos.
“Lo que nosotros decimos no es una teoría nuestra, es una metodología científica utilizada en la medicina forense. Cuando usted va a hacer una exhumación, que es un procedimiento delicado, ya que no se va a tratar un cadáver fresco, sino en proceso de descomposición, por eso se debe saber que habrá una serie de preguntas a responder”, precisó el patólogo.
Señala que antes de responder a la exhumación, por ejemplo, “si dicen que están en búsqueda de saber si se removieron o no órganos, y esa persona está enterrada, hay que tener cuidado para remover el cuerpo, porque lo prudente es que se trabaje en el sitio donde está ese cuerpo”.
“Tiene que tener la posición del cadáver para ir removiendo con mucha delicadeza la tierra y que esa osamenta se conserve en la posición original”, explicó.
Expresa que los órganos bajo condiciones naturales no se exhuman, se someten a un proceso de putrefacción, ya que la materia orgánica se va desintegrando poco a poco y luego algunos insectos de la tierra remueven parte blanda.
Riñones, corazón y hígado: órganos que más se trasplantan
“Ni los riñones, ni el hígado ni el corazón desaparecen tan fácilmente. El esqueleto y el cartílago se preservan”, manifestó.
Sarita Valdez destacó que hay que tomar en cuenta que el riñón, corazón y hígado son los órganos que más se mueven para fines de trasplante y que el procedimiento “no estuvo dirigido para verificar si eso estaba o no en la víctima”.
Expone que un cadáver expuesto al aire se descompone más rápido, pero en tierra dura años para descomponerse.
Expuso que una vez demostrado si se removieron o no órganos, se sigue con la metodología de identificar a la víctima; demostrar la causa de la muerte, la manera jurídica del deceso, y tomar una secuencia fotográfica detallada de cada órgano y tejido para hacer estudios y análisis y, así demostrar lo que se encuentra allí.
Señala que según se dice, la niña Carla Massiel era falcémica y que este es otro elemento a destacar, porque el cráneo de una persona en esta condición es totalmente diferente.
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