Abogada de Luis Lara afirma Fiscalía de Baní soborna dos testigos del caso Paya

La abogada Raysa Lara, que hasta el pasado 3 de agosto figuraba como defensa de Luis Lara, afirmó este martes en El Gobierno de la Tarde que la Fiscalía de Baní sobornó a los testigos Mercedes Carvajal y Emilio Basilio Victoria con 10 mil pesos mensuales y el pago de una casa en alquiler, todo para que hablaran en contra de su defendido involucrado en la matanza de Paya.

En ese orden, reveló que hace unos cinco meses el señor Emilio Basilio la buscó para pedirle un millón de pesos a cambio de testificar a favor de Luis Lara y cambiar la versión que le dieron a la Fiscalía de ese municipio.

Al negarse a darle dinero, el testigo asumió una postura recia en contra de Luis Lara y en pleno juicio se dedujo que por sus respuesta al interpelarlo se había reunido con la defensa del imputado.

Aclaró que no seguirá defendiendo a Luis porque el tribunal decidió enviarla a un careo con Emilio, lo que implica que pasará de ser parte de la defensa a testigo.

En ausencia de Raysa Lara, el abogado William Garabito pasará a asumir la defensa principal del imputado.

Sobre la coerción que carga en sus hombros el implicado, la abogada dijo que la medida establecía 18 meses de prisión y que ya tiene 24 meses tras las rejas “en franca violación a las leyes”.

La medida de coerción establecía 18 meses y se han pasado con 8, por lo que debió ser liberado en enero de este año con un cese de prision”, explicó la abogada Lara.

Asegura que la Fiscalía no tiene pruebas contundentes en contra de Lusi Lara, por lo que han tenido que sobornar testigos para que hablen en su contra.

Al momento de la matanza en Paya, Luis Lara, quien se desempeñaba como arquitecto, construía una marquesina en la casa donde ocurrió el crimen, por lo que lo involucraron con este caso donde fueron asesinados 7 colombianos.

El asesinato múltiple ocurrió el 4 de agosto de 2008. Autoridades informaron que se trató de un cargamento de 1,200 kilos de cocaína y alrededor de 15 millones de dólares que fueron traídos vía playa Biyella, Azua, en una embarcación procedente de Colombia.