El copiloto del avión detectó una actitud errática en su compañero, por lo que le convenció para que saliera de la cabina de mando
Nueva York - El piloto de un avión de la compañía JetBlue fue expulsado de la cabina de mando durante un vuelo entre Nueva York y Las Vegas tras mostrar una actitud errática, un incidente que concluyó con un aterrizaje de emergencia en un pequeño aeropuerto de Texas.
"¡Recen sus plegarias!", gritaba por los pasillos del avión el enfurecido piloto tras ser expulsado de la cabina del Airbus 320, según explicó al periódico New York Post una de las pasajeras, Tiffany Lee, quien añadió que otro viajero "dijo que (el piloto) estaba diciendo algo sobre bombas".
El vuelo 191 de JetBlue, con capacidad para 150 personas, tuvo que aterrizar de emergencia en la localidad de Amarillo (Texas), más de dos horas después de su despegue en el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York.
Según relata la televisión CBS, el copiloto del avión detectó una actitud errática en su compañero, por lo que le convenció para que saliera de la cabina de mando, tras lo cual cerró la puerta y no le volvió a dejar entrar.
Cuando se dio cuenta de que no podía volver a entrar a la cabina, el piloto comenzó a gritar "déjame entrar" y a golpear la puerta de entrada a los mandos del avión, actitud que le llevó a ser reducido por cuatro pasajeros, entre ellos un policía jubilado.
La aerolínea emitió más tarde un comunicado en el que aseguró que el piloto sufrió una "situación médica" y que tuvo que ser trasladado a un hospital de Amarillo tras el aterrizaje de emergencia.
"¡Recen sus plegarias!", gritaba por los pasillos del avión el enfurecido piloto tras ser expulsado de la cabina del Airbus 320, según explicó al periódico New York Post una de las pasajeras, Tiffany Lee, quien añadió que otro viajero "dijo que (el piloto) estaba diciendo algo sobre bombas".
El vuelo 191 de JetBlue, con capacidad para 150 personas, tuvo que aterrizar de emergencia en la localidad de Amarillo (Texas), más de dos horas después de su despegue en el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York.
Según relata la televisión CBS, el copiloto del avión detectó una actitud errática en su compañero, por lo que le convenció para que saliera de la cabina de mando, tras lo cual cerró la puerta y no le volvió a dejar entrar.
Cuando se dio cuenta de que no podía volver a entrar a la cabina, el piloto comenzó a gritar "déjame entrar" y a golpear la puerta de entrada a los mandos del avión, actitud que le llevó a ser reducido por cuatro pasajeros, entre ellos un policía jubilado.
La aerolínea emitió más tarde un comunicado en el que aseguró que el piloto sufrió una "situación médica" y que tuvo que ser trasladado a un hospital de Amarillo tras el aterrizaje de emergencia.
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