lunes, 4 de junio de 2012

Legado de violencia: cinco muertos, una casa vacía y un vecindario desolado LA QUINTA VÍCTIMA, LA SORDOMUDA ELIZABETH GUZMÁN, FUE SEPULTADA AYER


Santo Domingo
Con el entierro ayer de la sordomuda ElisabethGuzmán no se cierra el capítulo de la tragedia que acabó con la vida de cinco miembros de una familia, porque el dolor y la tristeza permanecen entre los vecinos de la calle General Antonio Duvergé en el barrio Libertador de Herrera.
“El dolor y la tristeza es algo que no se nos va a quitar por ahora. Esto fue algo muy grande y todos estamos apenados”, dijo una vecina que no quiso revelar su nombre.
En tanto que María Ivelisse Reyes, describe con tristeza el lazo de amistad que la unió por 19 años a Felicita Pérez, quien fue ultimada por su marido Vangelio Guzmán el pasado 22 de mayo, donde éste también acabó con su vida, con la Wellington Pérez Guzmán, hijo de ambos, e hirió a su hijastra Elizabeth Guzmán, a quien había embarazado, y cuya criatura murió siete días antes que ella.  
“Desde esta marquesina o desde el techo de mi casa yo conversaba con Felicita por las tardes, extraño a mi vecina que era tan buena” explica María Ivelisse Reyes, mientras miraba la vivienda de dos pisos donde ocurrió la tragedia y que permanece cerrada. La casa solo fue abierta este domingo para velar a la Elizabeh, quinta víctima de ese suceso.
Dijo que esa es la crónica de una muerte anunciada y hay que evitar que se repita, porque todos los vecinos aconsejaban a Felicita que fuera a la justicia, pero ella nunca pensó que su esposo iba a acabar con la vida de ellos. El día de la tragedia sobre una mesa estaba una orden de alejamiento dictada por un tribunal a favor de la mujer.
“Hay que darle seguimiento a los casos de violencia intrafamiliar. No quedarse callados, porque cuando callamos contribuimos a termine entragedia. Felicita no se armó de valor” dijo.
Lorenzo Pérez, también vecino y quien tenía 30 años conociendo a Felicita y Vangelio, dice que para evitar la muerte en la familia hay que fomentar el diálogo y el amor.
También se queja de la acción policial, al recordar que la noche del 22 de mayo cuando ocurrió el hecho, horas antes había ido una patrulla y no detuvo al agresor quien había entrado a la casa en tono amenazante.
De la unión de Vangelio y Felicita solo queda Vangelina Guzmán Pérez quien vive en San Tomas y dos nietos, aunque Vangelio tuvo otros hijos con otras mujeres.

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