Un nuevo gremio de enfermería, que integra enfermeras de la base que han renunciado a su afiliación de los otros cuatro gremios existentes, fue conformado con el propósito de empezar a exigir reivindicaciones que beneficien a ese personal que labora en los centros asistenciales del Estado, y a otro que ya está pensionado y cuyos ingresos le impiden vivir dignamente.
La entidad, Asociación Nacional de Enfermeras, reactivada ayer mediante asamblea, será dirigida provisionalmente por Francisca Peguero, una de las fundadoras en el 1985 del Sindicato Nacional de Servicios de Enfermería (Sinatrae), del cual salió recientemente disgustada por el manejo dado durante la última asamblea eleccionaria, que confirmó como presidente a Julio Cesar Cruceta, con siete años al frente del gremio.
La Asamblea se realizó en el Centro Bonó. Peguero dijo que con apenas dos semanas de reactivación del nuevo gremio, ya cuenta con 1,000 miembros y que cada día se le suman enfermeras de todo el país que han estado renunciando a los gremios en los que estaban afiliados.
Aseguró que lo que se busca es la unificación de las enfermeras y la participación de todas, ya que hasta el momento las altas estructuras de los gremios viven muy bien, pero las de la base están pasando por grandes calamidades con salarios que no superan los 12,000 pesos, sin planes de vivienda y expuestas permanentemente a la inseguridad.
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