SAN JUAN.- El Gobierno de Puerto Rico dijo hoy que la realidad puertorriqueña es diferente a la de Grecia y aseguró que su estrategia pasa por abrir un proceso de reestructuración de la deuda "ordenado y voluntario" con sus acreedores.
"Nuestra realidad es diferente a la de Grecia en muchos sentidos, desde la estructura de nuestra deuda hasta la capacidad de pago, pasando por nuestro crecimiento económico", dijo hoy a Efe el secretario de la Gobernación de Puerto Rico, Víctor Suárez.
Un día después de que los griegos rechazaran en un referéndum las condiciones presentadas por los acreedores internacionales para prolongar la ayuda financiera, Suárez descartó que el Gobierno de Puerto Rico se haya planteado algún tipo de consulta popular sobre esta materia.
"Nosotros tenemos nuestros propios problemas y los estamos atendiendo como nosotros entendemos que debemos hacerlo", añadió.
Hace una semana el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, reconoció que a la isla le resulta "insostenible" el pago de la deuda en los términos actuales, por lo que llamó a los acreedores a sentarse a negociar una moratoria de varios años que le permita sentar las bases para recuperar el crecimiento económico.
En opinión de Suárez, la principal diferencia con la situación griega es que "nosotros pretendemos que haya un proceso ordenado y voluntario" de negociación con los acreedores.
En cuanto a posibles similitudes, únicamente concedió que la posición del Gobierno de Puerto Rico es que "debe mantener los servicios públicos esenciales y necesita crecimiento económico para atender el nivel de deuda".
"Para lograr eso, hay que renegociar los términos del pago de la deuda", de forma que "no vamos a dejar de pagar nuestra deuda, sino que queremos cambiar las condiciones para poder impulsar el crecimiento económico y así luego poder atender los pagos", dijo.
Consultado sobre si considera que la situación de Puerto Rico es tan "asfixiante" como la de Grecia, dijo que "puede ser igual de compleja en términos del nivel de deuda".
La deuda de Grecia, país con 11 millones de habitantes, asciende a unos 360.000 millones de dólares y está sobre todo en manos de otros países de la zona euro, mientras la de Puerto Rico, con 3,5 millones de habitantes, es de 73.000 millones de dólares y está controlada sobre todo por fondos de inversión estadounidenses.
Suárez reiteró que las soluciones las van a decidir los puertorriqueños y descartó la posibilidad de una enmienda de la Constitución, que incluye un artículo en el que se garantiza el reembolso de las obligaciones generales antes que cualquier otro gasto.
Las obligaciones generales de este Estado Libre Asociado a EE.UU. son los únicos instrumentos de deuda que están garantizados por la Constitución de Puerto Rico, lo que quiere decir que el Gobierno tiene la obligación constitucional de dar prioridad a su pago por encima de cualquier otro gasto público.DE EFE
"Nuestra realidad es diferente a la de Grecia en muchos sentidos, desde la estructura de nuestra deuda hasta la capacidad de pago, pasando por nuestro crecimiento económico", dijo hoy a Efe el secretario de la Gobernación de Puerto Rico, Víctor Suárez.
Un día después de que los griegos rechazaran en un referéndum las condiciones presentadas por los acreedores internacionales para prolongar la ayuda financiera, Suárez descartó que el Gobierno de Puerto Rico se haya planteado algún tipo de consulta popular sobre esta materia.
"Nosotros tenemos nuestros propios problemas y los estamos atendiendo como nosotros entendemos que debemos hacerlo", añadió.
Hace una semana el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, reconoció que a la isla le resulta "insostenible" el pago de la deuda en los términos actuales, por lo que llamó a los acreedores a sentarse a negociar una moratoria de varios años que le permita sentar las bases para recuperar el crecimiento económico.
En opinión de Suárez, la principal diferencia con la situación griega es que "nosotros pretendemos que haya un proceso ordenado y voluntario" de negociación con los acreedores.
En cuanto a posibles similitudes, únicamente concedió que la posición del Gobierno de Puerto Rico es que "debe mantener los servicios públicos esenciales y necesita crecimiento económico para atender el nivel de deuda".
"Para lograr eso, hay que renegociar los términos del pago de la deuda", de forma que "no vamos a dejar de pagar nuestra deuda, sino que queremos cambiar las condiciones para poder impulsar el crecimiento económico y así luego poder atender los pagos", dijo.
Consultado sobre si considera que la situación de Puerto Rico es tan "asfixiante" como la de Grecia, dijo que "puede ser igual de compleja en términos del nivel de deuda".
La deuda de Grecia, país con 11 millones de habitantes, asciende a unos 360.000 millones de dólares y está sobre todo en manos de otros países de la zona euro, mientras la de Puerto Rico, con 3,5 millones de habitantes, es de 73.000 millones de dólares y está controlada sobre todo por fondos de inversión estadounidenses.
Suárez reiteró que las soluciones las van a decidir los puertorriqueños y descartó la posibilidad de una enmienda de la Constitución, que incluye un artículo en el que se garantiza el reembolso de las obligaciones generales antes que cualquier otro gasto.
Las obligaciones generales de este Estado Libre Asociado a EE.UU. son los únicos instrumentos de deuda que están garantizados por la Constitución de Puerto Rico, lo que quiere decir que el Gobierno tiene la obligación constitucional de dar prioridad a su pago por encima de cualquier otro gasto público.DE EFE
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