Cambiazo es una de las playas menos publicitada de Puerto Plata, pero con una gran popularidad entre lugareños, turistas locales y hasta extranjeros a los que les llega la información ./Foto Jorge González
La de Cambiazo es lo que se puede llamar una playa salvaje a la que se llega a través de un camino maltrecho entre montañas y fincas rodeadas de una densa vegetación a todo lo largo del oeste costero de Puerto Plata, entre las localidades de Luperón y Maimón.
Cambiazo aunque es paradisíaca no es una playa publicitada en República Dominicana, aún así goza de una popularidad muy marcada entre los lugareños y turistas locales, así como entre extranjeros a los que les llega por recomendación de boca en boca.
Es una playa del océano Atlántico, en forma de una amplia bahía de aguas color turquesa cristalino y arena extra fina, pura y brillante, de olas suaves dependiendo del clima y la estación.
Es un lugar ideal para diferentes tipos de personas y edades, viajeros solitarios, familias completas o amantes furtivos que buscan la intimidad de un lugar casi secreto.
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Su hermoso y extraño cromatismo combinado con sus templadas y cristalinas aguas, su arena dorada y la exuberante vegetación de todo el entorno, sumado a la poderosa luz del sol, o, en las noches, la tenue luminosidad de la luna, convierten a esta zona costera del Caribe en un lugar fantástico, que podría ser propio de una escena de la película Avatar.
Aunque para llegar hay que hacer un recorrido de 12 kilómetros por un maltrecho y sinuoso camino, desde la carretera Luperón- Imbert, hasta a la alucinante playa Cambiazo. Al llegar todo habrá valido la pena ya que es un litoral muy íntimo y de una extraña belleza.
“Había un cuento de camino que contaba mi abuelo Gumito Brito. Este decía que la magia era tan intensa en este lugar que si un caballo tomaba agua de esta playa en cualquier año terminado en 7 del mes 7 a las 12: 07 de la media noche bajo un eclipse lunar se convertirá en un unicornio”, fueron las palabras de Elvin Brito de 76 años nacido, criado y donde seguro morirá en esta empobrecida localidad.
A decir de los pocos comerciantes y pescadores de la zona los fines de semana y días especiales o fines de semana largos van muchas personas, pero durante los días de semana la playa es visitada por muy poca gente.
No hay muchos comerciantes en la playa y a pesar de que se practican algunos deportes acuáticos, ya sea en bote o motores de agua (jet ski ) y se realiza una labor de pesca como forma de subsistencia, ya que el desarrollo no ha llegado de forma plena.
Si no fuera por las indicaciones de una empresa que promueve la limpieza de filtrantes o por la información que dan los lugareños llegar la playa sería difícil, debido a que el camino para llegar es de tierra y está lleno de hoyos, por lo que es recomendable ir en vehículo todo terreno y de hacerlo en autos normales que no sea en temporada de lluvias.
“Aún esta parte no está muy desarrollada turísticamente ni de otra forma, pero ya usted ve que hay muchas tierras que se están vendiendo, y déjeme decirle que se venden en dólares y no es por tareas como era anteriormente. Ahora se vende en metros cuadrados”, expresó Ignacio Tavárez agricultor del lugar.
El pasado
Muy contrario a otros lugares aún aquí los burros y caballos siguen siendo los “motores” de la economía básica en caminos maltrechos. Además se observan casas techadas de zinc con cocinas separadas, hechas de tablas de palmas y en donde aún usan fogones de barro y leña como combustible para la cocina.
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