Ginebra.- Las muertes de recién nacidos se redujeron en un 26 por ciento entre 1990 y 2009, aunque siguen siendo la principal causa de mortalidad infantil, especialmente en África, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El número de muertes entre recién nacidos pasó de 4,6 millones en 1990 a 3.3 millones en 2009, disminuyendo a un ritmo más rápido a partir del año 2000, gracias a la mayor inversión en servicios médicos para reducir la mortalidad infantil como marcaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Este estudio, publicado en la revista médica PLoS, se ha llevado a cabo por la OMS, junto con la organización Save the Children y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
El estudio indica que las muertes de neonatos, es decir, durante las primeras cuatro semanas de vida, representan hoy en día el 41 por ciento del total de muertes de niños menores de cinco años y el 99 por ciento de las cuales se producen en países en desarrollo.
Este porcentaje es mayor que en 1990, cuando las muertes de recién nacidos se contabilizaban el 37 por ciento de la tasa general de mortalidad infantil, es decir, muertes de menores de cinco años.
Según el informe, esta cifra puede crecer más en los próximos años porque pocos países en desarrollo disponen de programas de cuidados posnatales, especialmente en la primera semana de vida, que es en la que el bebé se expone a más riesgos.
Más de la mitad de las muertes entre recién nacidos se concentran sólo en cinco países: India, Nigeria, Pakistán, China y la República Democrática del Congo.
Sólo en la India se producen más de 900,000 muertes de bebés en las primeras semanas de vida, lo que representa cerca del 28 por ciento del total mundial.
En Nigeria, que es el séptimo país más poblado del mundo, la situación ha empeorado notablemente en las últimas dos décadas ya que ocupa ahora el segundo puesto entre los países con mayor mortalidad de recién nacidos, mientras que en 1990 ocupaba el quinto.
Según el estudio, esto se debe al fuerte incremento de nacimientos registrado en el país al tiempo que el riesgo de muerte entre neonatos no se ha reducido.
En el conjunto de África, la mortalidad de recién nacidos disminuye a un ritmo demasiado lento -un 1 por ciento al año- y de los quince países con más de 39 muertes de neonatos por cada mil nacimientos, doce son países africanos.
El estudio afirma que al ritmo actual, el continente africano tardará 150 años en alcanzar los niveles de supervivencia infantil de países como Estados Unidos o el Reino Unido.
Sin embargo, en China, la combinación de una caída general de la natalidad y una reducción a la mitad de la mortalidad entre los recién nacidos, han llevado al país del segundo puesto en 1990 al cuarto en la actualidad entre los países con mayor número de muertes de recién nacidos.
El informe señala además que hay tres causas que están detrás de tres cuartas partes de las muertes de recién nacidos: parto prematuro (29%), asfixia (23%) e infecciones severas como sepsis o neumonía (25%).
La asistente de dirección del departamento de Familia y salud de la mujer y niños de la OMS, Flavia Bustreo, señaló que la mortalidad de recién nacidos es un problema que se está dejando de lado en muchos países, a pesar de la existencia de soluciones bien documentadas y de bajo coste.
“A cuatro años de que se cumpla el límite marcado por los Objetivos del Milenio, es crítico que prestemos más atención a los recién nacidos”, agregó.
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