WASHINGTON (AP) _ La posibilidad de que miles de aviones teledirigidos puedan patrullar los cielos de Estados Unidos para fines de esta década ha generado temores de que el gobierno acabe espiando a los patios y habitaciones de los habitantes.
Los temores comenzaron en los confines políticos, aunque hay indicios se pregunta ahora por la necesidad de que tanto avión acabe circulando los cielos sin aviso alguno.
El congresista republicano Jeff Landry dijo que sus votantes le han detenido mientras hacía las compras para hablar del tema.
``La gente desconfía tanto que llegó a discutir el tema conmigo sobre nuestro gobierno'', dijo Landry. ``Es algo que ha despertado la alarma entre el público estadounidense''.
Otro representante republicano, Austin Scott, dijo que se enteró primero del tema cuando alguien le gritó algo sobre los aviones en una reunión del Partido Republicano en su distrito de Georgia hace dos meses.
Y un cabildero de la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU por sus siglas en inglés), Chris Calabrese, dijo que cuando habló a una audiencia sobre derechos privados, los aviones no tripulados ``son algo de lo que todo el mundo habla''.
``La gente está interesada en la tecnología, está interesada en las implicaciones y les preocupa ser vigilados desde el aire'', agregó.
La preocupación es especialmente elevada en la blogosfera conservadora, donde los titulares critican ``30.000 aviones armados no tripulados utilizados contra estadounidenses'', y ``Aviones no tripulados espiarán los cultivos en Estados Unidos''.
Cuando el gobernador republicano de Virginia Bob McDonnell sugirió el mes pasado durante una entrevista radial que esos aviones podrían ser usados por la policía en el territorio nacional tras haber tenido una excelente labor en el extranjero, la respuesta política fue negativa. NetRightDaily lamentó que ``esto es algo parecido a lo que haría un fascista. ... McDonnell no es partidario del gobierno. Es partidario de un Enorme gobierno''.
John Whitehead, presidente del Instituto Rutherford, en Charlottesville, Virginia, advirtió al gobierno que Estados Unidos ``no es un campo de batalla y los ciudadanos de este país no son insurgentes que necesitan ser sometidos''.
Además, hay temores entre los activistas de los derechos civiles de que los aviones no tripulados del gobierno y el sector privado sean utilizados para recopilar información sobre los estadounidenses sin su consentimiento. Una demanda de la Fundación para la Frontera Electrónica, en San Francisco, cuyo lema es ``defender sus derechos en la época digital'' obligó a principios de año a la Administración Federal de Aviación a dar a conocer los nombres de decenas de universidades públicas que han recibido permiso para votar aviones teledirigidos en base experimental.
Dar a los aviones espías mayor espacio en el cielo estadounidense acerca al país a una ``sociedad policíaca en la que todos nuestros movimientos son vigilados, registrados y examinados por las autoridades'', dijo la ACLU en un informe de diciembre. DE AP
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