Juan Carlos Jiménez Espiritusanto (Marucha o Monchy), el supuesto “sicario” que la Policía mató el pasado martes , habría sido apresado el 17 de julio del año pasado, junto a una mujer, acusados de ser presuntos integrantes de una banda de seis que atracaban uniformados como agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
Según reportes de varios periódicos del país, la Policía apresó a Jiménez Espiritusanto, de 33 años, y a Stephany Abreu Eusebio, en flagrante delito mientras asaltaban a dos personas en una vivienda ubicada en la calle Madame Curie, en el residencial Regina, de la autopista San Isidro.
Al día siguiente de ocurrir este hecho, la institución catalogó a Jiménez Espiritusanto como “un reconocido sicario”, perteneciente a una poderosa organización criminal que dirige el presunto narcotraficante Rafael Pascual Cabrera Ruiz y era perseguido por su participación en al menos, siete asesinatos.
Cabrera Ruiz está vinculado a la muerte a tiros del abogado José Antonio Evangelista Pimentel, en un parqueo de la Plaza ATH ubicada en la avenida 27 de Febrero, quien a su vez había sido defensor de un ex cónsul español que sometió ante la justicia a Francisco Alberto Carela Castro, quien está acusado del atentado contra Jordi Veras.
Una fuente judicial dijo a este diario que luego de que Jiménez Espiritusanto fuera apresado, las autoridades le dictaron tres meses de prisión como medida de coerción, la cual cumplió en la cárcel de La Victoria, pero luego de haber cumplido esta pena, fue liberado. “Luego de esto, él siempre andaba en taxis con los vidrios tintados y nunca pasaba más de un día en un lugar”.
Jiménez Espiritusanto nació en el barrio de Villa Juana, pero creció en diferentes sectores de la capital como Cristo Rey, Ensanche la Fe, Villas Agrícolas, San Carlos, entre otros.
Indicó que a principios del 2012, el joven viajó a España, pero desconoce los motivos del viaje, y que luego de regresar fue apresado por las autoridades.
Al joven también lo asocian con otros hechos, como las muertes de David Hernández Payano, de 24 años y Diomedes Melenciano Castillo, de 20, ocurrida el ocho de junio del 2009, en el centro de diversión "El Mameluco", ubicado en el sector de Villa Juana.
Jiménez Espiritusanto fue señalado como autor de estas muertes y resultó herido de bala en el tiroteo. Tras recibir un balazo, fue ingresado en un hospital de donde habría logrado escapar pese a estar “vigilado”.
OTROS CASOS
Pero, la nota de prensa enviada por la Policía, luego de que una patrulla matara a Jiménez Espiritusanto, mientras transitaba en una jeepeta junto a un menor de edad en el residencial Gala María, en el sector Alameda de Santo Domingo Oeste hace referencia a la presunta participación del occiso en otros asesinatos, como la muerte del búlgaro Konatantain Aleksandrov Chorbadzhiev, quien falleció el 14 de agosto del 2009, cuando fue interceptado por varios atracadores que le dispararon en la cara.
Dos días después de este asesinato, la institución había interrogado al menos 10 personas por el hecho, ocurrido en la avenida Sarasota, en el sector Bella Vista de esta capital, pero en ningún momento señaló a Jiménez Espiritusantos entre los sospechosos.
Después de este día, no se volvió a mencionar el caso en los medios de comunicación y tampoco las autoridades dieron cuenta de si había detenidos por el hecho.
Esta situación también se repite con el asesinato del ingeniero Rafael Humberto Pérez Saviñon, de 79 años, el 30 de octubre del 2010, en el que, después de abatir a Espiritusanto Jiménez, la institución también lo relaciona.
En las investigaciones de este caso, los oficiales mantenían la teoría de que la muerte del ingeniero Pérez Saviñón pudo estar relacionada con una litis judicial por una herencia que mantiene la familia en un tribunal de La Romana.
El propio jefe de la Policía, mayor general José A. Polanco Gómez, en declaraciones a la prensa a raíz del crimen, dijo que tenían indicios que conducirán a aclarar el asesinato de Pérez Saviñón, y garantizó que los asesinos serían atrapados, sin ofrecer mayores detalles.
Mientras que en las investigaciones salió a relucir el tema de la litis, el cual fue reforzado por uno de los hijos de la víctima, Rafael Humberto Pérez Duvergé, quien dijo sospechar de miembros de la familia de su padre como posibles autores intelectuales del hecho de sangre, debido al conflicto judicial.
Ninguno de los diarios del país da cuenta de cómo Jiménez Espiritusanto logró salir de la cárcel luego de su apresamiento en julio pasado, ni tampoco las autoridades vuelven hacer referencia sobre él, hasta que el pasado miércoles la Policía informó sobre su muerte ocurrida en un “intercambio de disparos”.
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