El Inspector General de la Marina de Guerra, contralmirante Ramón Gustavo Betances Hernández, fue herido de bala y despojado de su arma de reglamento por una banda de delincuentes a pleno día en el Cementerio Cristo Redentor. La institución del orden informó que fueron apresados dos de tres delincuentes que hirieron en un pie y asaltaron a Betances cuando se encontraba limpiando la tumba de su madre en el Cementerio Cristo Rendentor.
Los asaltantes detenidos son Wilkin de los Santos y Franklin Ángel Dicent, ambos de 25 años, a quienes se les ocupó el cargador de la pistola que momentos antes habían despojado al alto oficial de la Marina de Guerra.
Mientras que se activa la localización de un tercer asaltante identificado sólo como Maicol, quien anda fuertemente armado, por lo que la Policía lo exhortó anoche a entregarse por la vía que entienda pertinente.
Los desaprensivos se les acercaron al oficial con el argumento de ofrecerles sus servicios como limpiadores de tumba, pero de inmediato lo encañonaron y le comunicaron que se trataba de un atraco, por lo que el alto oficial intentó hacerle frente a la situación. En esas circunstancias, según el vocero de la Policía Nacional, general Nelson Rosario, uno de los asaltantes le disparó en una de las pierna
Betances Hernández fue llevado al Hospital Central de las Fuerzas Armadas. Este asalto a plena luz del día se produce a menos de una semana de hecho de que el jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín minimizara la ola delictiva que afecta a la sociedad dominicana, calificando la situación como normal.
Situación del cementerio Cristo Redentor
varios medios de comunicacion han recibido denuncias de que el Cementerio Cristo Redentor se encuentra sumido en el descuido y convertido en un nido de ratas y delincuentes.
Las autoridades del Ayuntamiento del Distrito Nacional y de la Policía han hecho caso omiso al reclamo de la población sobre la situación de abandono en que se encuentra el referido campo santo.
La inseguridad en el interior llega a tal magnitud que las personas temen acudir solas a visitar las tumbas donde reposan los restos de sus familiares.
El descuido del cementerio es evidente por la falta de iluminación, la basura abunda por doquier, la hierba casi arropa los nichos, la capilla está abandonada y no hay seguridad policial.
La señora Sandra Acta, que desde hace un tiempo viene desarrollando una campaña para sensibilizar a las autoridades de la necesidad de que el Cristo Redentor sea acondicionado, no ha recibido respuesta alguna del alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo. Acta se queja de que Salcedo no ha hecho caso a sus denuncias, y que pese a las innumerables solicitudes no la ha recibido.
Aunque se desconoce si cuentan con el permiso de las autoridades correspondientes, dentro del cementerio funciona un play de jugar baseball, una escuela de choferes, además del tránsito de los residentes y visitantes del sector de Pantoja.
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