sábado, 20 de noviembre de 2010

Resaltan aportes de las hermanas Mirabal a la democracia

El Secretario de Estado y miembro de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, Rafael Pérez Modesto, rechazó las pretensiones de los sectores que han querido darle un carácter personal a los esfuerzos y desvelos patrios de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal. “Incluso a través de documentales, novelas y films de cine se han pretendido deformar la verdadera historia de nuestras heroínas”, sostiene en el texto “Aportes Fundamentales de las Hermanas Mirabal a la Construcción de la Democracia”, que expondrá en el marco del Seminario Internacional: “Mujer, Democracia y Cultura de Paz”, como parte de las conmemoraciones del 50 Aniversario del asesinato de las Hermanas Mirabal.

Así mismo, Pérez Modesto resalta los aportes de María Trinidad Sánchez, de Rosa Duarte, Baltazara de los Reyes, Concepción Bona, Ana Valverde, las Hermanas Villa y de la Coronela Juana de la Merced Trinidad, reconocida como la Juana de Arcos dominicana y pensadoras intelectuales, democráticas como Salomé Ureña de Henríquez, Ercilia Pepín, Abigail Mejía, Pilar Constanzo y otras no menos importantes, las cuales enfrentaron con admirable valentía la ignominia, el crimen, la intolerancia, el abuso político y despotismo que les tocó vivir.

Rafael Pérez Modesto es dirigente político, miembro colaborador de la Academia Dominicana de la Historia y asesor de la Federación de Fundación Patrióticas.


“Aportes Fundamentales de las Hermanas Mirabal a la Construcción de la Democracia”

Exposición del Lic. Rafael Pérez Modesto*, en el marco del Seminario Internacional: “Mujer, Democracia y Cultura de Paz”

En el 50° Aniversario del asesinato de las Hermanas Mirabal
Lic. Alejandrina Germán, Honorable Ministra de la Mujer en República Dominicana

Distinguidos Integrantes de este panel

Invitados especiales

Señoras y Señores:

Permítanme dejar constancia de mi agradecimiento y del honor que se me confiere por darme participación en este trascendente evento de proyección internacional.

Hoy, símbolos de lucha nacional e internacional, las Hermanas Mirabal son continuadoras de otras extraordinarias mujeres que ofrendaron su existencia, sus valiosísimas vidas, por las mejores causas libertarias e independentistas de nuestra Patria.

Minerva, Patria y María Teresa Mirabal Reyes, al igual que la mártir María Trinidad Sánchez y las egregias patriotas Rosa Duarte, Baltazara de los Reyes, Concepción Bona, Ana Valverde, las Hermanas Villa y nuestra Coronela Juana de la Merced Trinidad, reconocida como la Juana de Arcos dominicana y pensadoras intelectuales; democráticas como Salomé Ureña de Henríquez, Ercilia Pepín, Abigail Mejía, Pilar Constanzo y otras no menos importantes, en los períodos históricos que les correspondió, enfrentaron con admirable valentía la ignominia, el crimen, la intolerancia, el abuso político y despotismo que les tocó vivir.

Sus luchas fueron prominentemente políticas, en defensa de nuestra independencia y soberanía; así como por la vigencia de regímenes democráticos donde predominaran la justicia social y el bienestar general del pueblo.

Hay quienes han querido, en diferentes maneras, con declaraciones, documentos y mentiras repetidas, darle un carácter personal a sus esfuerzos y desvelos patrios; así como a la causa de sus horrendas e injustificables muertes.

Incluso a través de documentales, novelas y films de cine se han pretendido deformar la verdadera historia de nuestras heroínas.

Las “Mariposas” de Salcedo, como las llamamos en nuestro país, provienen de una familia ligada a la lucha contra la primera invasión e intervención norteamericana en nuestro país, en los años 1916-1924.
A través de la extraordinaria luchadora antitrujillista Brunilda Soñé, Minerva Mirabal la más sobresaliente, carismática e instruida de las heroínas, mantuvo colaboración y respaldo a las actividades patrióticas sostenidas por la “Juventud Democrática” en los años 1946-47, no obstante ser estudiante de secundaria, interna en el Colegio Religioso “Inmaculada Concepción” de La Vega.

Importantes y consecuentes mujeres revolucionarias se destacaron en ese movimiento, además de Brunilda Soñé, se distinguieron: Josefina Padilla, Gilda Pérez, Carmen Lara, Maricusa Ornes, Carmen Natalia Martínez, entre otras.

En 1949 se produjo el primer apresamiento político de Minerva de cuatro públicamente reconocidos y que involucraron a sus familiares y allegados (as).

Las Hermanas Mirabal contribuyeron a vencer el miedo que, mediante terror, imponen las dictaduras y que en nuestro suelo patrio tuvo ribetes tan alarmantes e increíbles.

Aquí la gente temía hasta de sus más cercanos familiares y hasta de su propio pensamiento. Desafiar el terror y contribuir a superar el temor de luchar es, para mí, uno de los aportes más destacados de las Heroínas de Salcedo.

Sus luchas fueron incesantes. Minerva, Patria y María Teresa sufrieron los rigores de encarcelamientos, persecuciones, provocaciones y confinamientos en su campo natal, en “Ojo de Agua”, sección de Salcedo.

Asimismo, sufrimiento directo tuvo su madre doña Chea Reyes y peor suerte tuvo su padre, don Enrique Mirabal, muerto a destiempo como resultado de los vejámenes y las torturas a las que fue sometido.

En 1959, influidos por el resonante triunfo de la revolución cubana, junto a su esposo, líder histórico y revolucionario extraordinario, Manuel Aurelio Tavarez Justo (Manolo), Leandro Guzmán y otros compañeros y compañeras, concibieron la necesidad de contar con un instrumento político-militar para enfrentar la tiranía.

Minerva jugó un papel determinante en la formación en 1960 del Movimiento Clandestino “14 de Junio”, el más amplio y significativo movimiento interno de resistencia, vertebrado contra la dictadura de Trujillo.

Descubierto dicho movimiento por los terribles aparatos de seguridad del sátrapa, la mayor parte de sus integrantes a nivel nacional fueron sometidos a las horrorosas e inenarrables torturas, en las tétricas cárceles de “la 40” y “el 9”, al tiempo que otros jóvenes fueron vilmente asesinados.
Las Hermanas Mirabal (Minerva y María Teresa) son apresadas junto a destacadísimas luchadoras como: la Ing. Tomasina Cabral, la Dra. Asela Morel, la Dra. Fe Ortega, (recientemente fenecida), Dulce Tejada, Miriam Morales y otras integrantes de ese movimiento revolucionario, que rendía homenaje y daba continuidad a los expedicionarios de la Raza Inmortal de Constanza, Maimón y Estero Hondo, y que, en junio del 1959, combatieron con las armas en la mano la tiranía, y aunque sucumbieron militar y físicamente, encendieron la llama de la Libertad.

Está debidamente documentado que, con espíritu progresista y naturaleza visionaria, Minerva Mirabal supo levantar los principios más avanzados en materia política, económica, jurídica y social, propiciando que la plataforma del Movimiento Clandestino fuese el Programa

Mínimo de Liberación, que unificó a los expedicionarios de junio del 59, y que mantiene su vigencia en importantes aspectos, no obstante haber transcurrido más de cinco décadas de ser enarbolados.

Esa definición política, social e ideológica es otro aporte importante que legaron a nuestro país, Minerva y sus compañeros y compañeras de lucha.

Sus avanzados conceptos por hacer valer la esencia del Derecho y la Justicia Social, no sólo en los aspectos políticos, fueron reflejados en lo que fue su Tesis de Grado para optar, con los máximos honores (no reconocidos), al Doctorado en Derecho*, en la entonces Universidad de Santo Domingo; profesión que por razones de retaliación política se le prohibió ejercer.

* “El principio de irretroactividad de las leyes y la jurisprudencia Dominicana”

Las Hermanas Mirabal ofrecieron al mundo una lección extraordinaria de firmeza y solidaridad. Prefirieron desafiar las abiertas amenazas de muerte que se cernían sobre ellas, para no abandonar a sus compañeros y esposos presos, llevando sus luchas hasta el fin. Hubiese sido legítimo, ético, humano y prudente que tomaran el camino del exilio; pero el valor extraordinario de esas singulares mujeres las expusieron a ese fin terriblemente trágico y cruel.

La conmoción producida por el execrable asesinato de nuestras heroínas y mártires contribuyó decididamente a acelerar el proceso de lucha democrática en amplios sectores de la vida del país; incluso aceleró las conspiraciones que culminaron el 30 de mayo del 1961 (apenas seis meses después de su asesinato), con el ajusticiamiento del sátrapa Rafael Leonidas Trujillo.
Un año después de proclamada nuestra Independencia Nacional, en 1844, fue fusilada, por la dictadura de entonces, nuestra heroína María Trinidad Sánchez, y ciento sesenta y cinco años después; no hay manera de que los responsables de ese hecho, injustificable y antinacional, puedan ser justificados. Pedro Santana y Tomás Bobadilla cargarán para siempre con el peso de ese crimen de lesa Patria.

Hoy, 50 años después de la afrenta del asesinato de nuestras heroínas, Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, junto al joven y solidario chofer, Rufino De la Cruz Disla, hay sectores, vinculados a la Dictadura de Trujillo, que intentan disminuir el rol decisivo del monstruo Trujillo o desligarlo de ese crimen insólito, inhumano y cruel.

Trujillo y sus sicarios físicos e intelectuales no podrán nunca dejar de cargar con ese fardo maldito, que los estigmatizará históricamente por siempre.

El mundo entero se ha sacudido al conocer la naturaleza del crimen de las Hermanas Mirabal, y hoy su lucha y su sacrificio representan un símbolo permanente, establecido a escala universal, como razón de lucha contra la violencia, contra la discriminación y la violencia de género, que atentan contra la Paz.

Nuestras Heroínas Nacionales son una referencia obligada en la lucha del mundo por la resistencia contra las tiranías, por la cultura de la paz, por las libertades y la democracia; así como, la valoración de la lucha por la verdadera emancipación de la humanidad y el papel decisivo de la mujer en la historia de todos los pueblos del mundo.

Las conquistas de los alcances y la naturaleza democrática que hoy podemos disfrutar, se deben a las luchas y a los sacrificios de esa legión de hombres y mujeres, de la que son exponentes importantes las Hermanas Mirabal.

La mejor manera de honrarlas no sólo es recordarlas y darle difusión al contenido de sus luchas; sino tratando de evitar el retroceso social y que se puedan suceder situaciones como las que ellas enfrentaron. De igual forma, esforzándonos por complementar los objetivos políticos, económicos, sociales, aún pendientes de cumplir.

¡Loor para siempre a las Hermanas Mirabal!

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