SAN FRANCISCO.- Algunos admiran tanto a Barry Bonds que no pueden ser imparciales. Otros ya están convencidos de su culpabilidad. Una madre se mostró inquieta del efecto que el dopaje en el deporte puede tener en sus hijos.
Fue así que comenzó el proceso de seleccionar el jurado en el juicio por perjurio del rey jonronero de las Grandes Ligas.
Vestido con un traje oscuro y corbata plateada, Bonds entró al edificio del tribunal federal en San Francisco una hora antes del inicio de la selección del jurado.
El juicio se puso en marcha más de tres años después de su procesamiento. La jueza Susan Illston y los abogados trataban de encontrar 12 jurados y para ello deben depurar una lista de 100 posibles candidatos. Un total de 42 fueron descartados antes del inicio de los interrogatorios.
"Es difícil tomar decisiones sobre las vidas de los otros", dijo el jurado número uno a Illston cuando le preguntaron si podía ser imparcial.
"Es lo más difícil que hacemos", replicó la jueza, que ha sellado la identidad de los posible jurados hasta la finalización del juicio.
Bonds se ha declarado inocente por cuatro cargos de hacer declaraciones falsas a un jurado investigador al negar que usó a sabiendas sustancias para mejorar el rendimiento y uno de obstrucción de la justicia. Fue procesado inicialmente en noviembre de 2007.
El juicio debe durar entre dos y cuatro semanas.
Illston descartó a un jurado por el fallecimiento de un familiar. Otro fue descartado tras declararse como un ferviente aficionado de los Gigantes de San Francisco, el ex club de Bonds.
"Soy fanático de Barry Bonds y soy un fanático a muerte de los Gigantes. Es mi vida. No creo que pueda juzgar al señor Bonds tras haber entretenido. Es una relación íntima", dijo el jurado número 22, según respondió en un cuestionario que completó la semana pasada. "No creo que pueda encontrarle culpable".
Los cuatro cargos de hacer declaraciones falsas se derivan del testimonio que presentó en diciembre de 2003 en el caso del laboratorio BALCO, cuando el toletero negó que Greg Anderson, su amigo y entrenador personal, le hubiera proporcionado drogas.
La fiscalía intentará demostrar que Bonds mintió cuando dijo que no tomó los esteroides que le proporcionó Anderson ni recibió de él la hormona del crecimiento humano. El jonronero añadió que nunca consumió algo que Anderson le hubiera proporcionado antes de la temporada del 2003, salvo vitaminas, y que nunca permitió que nadie lo inyectara, excepto médicos profesionales.
Bonds quebró el récord de más jonrones en una campaña, con 73 vuelacercas en 2011. Su acumulado de por vida es de 762 jonrones, en una trayectoria que duró de 1986 a 2007.
fuente AP
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