Si el sector Villa Cerro, en Higüey, es elevado a distrito municipal sus 40 mil habitantes tendrían menos vicisitudes, porque no dependería del cabildo higueyano para resolver problemas como el drenaje pluvial y sanitario, recogida de basura y el pésimo estado de sus calles, muchas inconclusas.
Al menos, eso presume un grupo de comunitarios que ayer acudió a este medio a clamar por ese sitio.
Johnny Santana, candidato a alcalde de Higüey por Alianza País, asume que manejar presupuesto permitiría el desarrollo de esa zona, que tiene 18 sectores.
Denunció desatención de las autoridades frente a inconvenientes como la falta de un puente que la una con los barrios Anamuya y Antonio Guzmán.
El pastor Jesús Mota, presidente de la junta de vecinos, explica que esa obra fue prometida por el Gobierno, lo mismo que la rehabilitación de las siete lagunas, una cloaca que no tiene planta de tratamiento y las heces fecales van directas al río Duey, y la reparación del puente, a punto de colapsar.
En tanto, a Juan Pablo Santana le parece ilógico que la barriada tenga solo una policlínica y pide que el destacamento sea convertido en inspectoría, porque sobrepasa la cantidad de habitantes para cuartel y la delincuencia es grande.
En Villa Cerro no hay canchas ni ninguna área para practicar deportes.
Chilne Castillo narró que los ríos Duey y Quisabaní se unen, hacen del sector una isla y anegan y destruyen las casas, pese a que no estan tan cerca.
Gina Hidalgo lamentó que en Higüey todavía haya comunidades rurales sin energía eléctrica. Se quejó de que sigue inconcluso el hospital La Altagracia, iniciado en 2004 y de que Anamuya no se beneficiará del nuevo acueducto.
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