Tras largas horas batallando por salir, por fin pudo hacerlo; las autoridades de medio ambiente estuvieron merodeando la zona mientras decenas de curiosos estaban observando el gigantesco mamífero que se presume vino a parir en las cálidas aguas de océano Atlántico y el Mar Caribe.
Cada año, son varios millares que vienen en las aguas calientes y tranquilas del Caribe, al fin de acoplarse o de parir. Vienen así en la Bahía de Samaná, considerada como uno de los mejores lugares del mundo para observarlas, entre mediados de enero y finales marzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario