SANTO DOMINGO. Las autoridades estadounidenses dieron a conocer recientemente el caso de un dominicano que ha sido deportado al menos cuatro veces y lo volvieron a arrestar en febrero pasado en Delaware.
Una de las entradas ilegales a los Estados Unidos que hizo el hombre, identificado como Richard Díaz-García, fue como polizón en un barco, un mecanismo que se suma a la lista de modos de ingreso ilegal de criollos al país norteamericano.
En enero de 2016 dos dominicanos fueron detenidos en Puerto Rico cuando fueron encontrados escondidos en contenedores que llegaron a la isla por mar procedentes de nuestro país.
José Ricardo Taveras, extitular de la Dirección General de Migración, indica a Diario Libre que los viajes en yola hacia Puerto Rico se mantienen como punteros entre las modalidades de entrada ilegal a territorio estadounidense. Solo en 2015, la Armada de República Dominicana reportó que fueron apresados 760 criollos por esta causa.
Taveras destaca el auge de la alteración de las huellas digitales para suplantar la identidad como otra modalidad por vigilar.
“Está muy de moda que se hagan operaciones para cambiarse las huellas y cambiar el pasaporte para tener una identidad biométrica diferente”, dice el exfuncionario.
Las cirugías para reemplazar las huellas dactilares son un mecanismo usado en distintos países y aprovechadas también por delincuentes y narcotraficantes. En 2011, un doctor dominicano fue sentenciado a prisión en Boston por su oferta de alterar mediante cirugía las huellas digitales de inmigrantes ilegales.
“Está muy de moda que se hagan operaciones para cambiarse las huellas y cambiar el pasaporte para tener una identidad biométrica diferente”.
En 2007, un médico mexicano fue acusado en Pensilvania de remover las huellas dactilares con cirugía a narcotraficantes, y sustituirlas con piel extraída de la planta de sus pies.
Taveras destaca que se han registrado casos en los que la persona intenta de manera formal suplantar la identidad cambiando la huella digital para solicitar un pasaporte. “Se presentaban a solicitar pasaporte con las huellas operadas”, recuerda.
“Está el problema de que no está penalizado (...) No existe una prescripción legal para eso”, se queja el exfuncionario que estuvo a la cabeza de la Dirección General de Migración entre 2011-2015.
Otra modalidad histórica es el ingreso por la frontera entre los Estados Unidos y México. Hay quienes también lo hacen desde el límite fronterizo con Canadá.
Según datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, en 2015 los dominicanos ocuparon el quinto lugar en el número de inmigrantes deportados de los Estados Unidos, con 1,946 personas, precedidos por los mexicanos, que ocuparon el primer lugar, con 146,132; seguidos de los guatemaltecos, salvadoreños y hondureños.
El país ocupó el mismo lugar en 2014 con 2,130 deportados y también en el año 2013 con 2,462.El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas destaca que la mayoría de los deportados que no tiene cargos criminales; son individuos que han sido detenidos por agentes y oficiales en las proximidades de la frontera o puertos de entrada.
Explica que las autoridades, cuando detectan que un inmigrante está ilegal y se disponen e deportarlo, notifican al estado la deportación, la fecha de llegada y demás detalles. Señala que el tiempo en que se produzca el envío a su país del detenido puede tomar tiempos distintos.FUENTE DIARIO LIBRE
No hay comentarios:
Publicar un comentario