Los presidentes de las entidades empresariales, Wadi Cano Acra e Ignacio Méndez, advirtieron este domingo que el crimen callejero y la corrupción –impulsados por el afán de lucro- pueden convertir al país en un espacio ingobernable.
De igual forma, criticaron la indiferencia del Estado, del sector privado y de la sociedad en su conjunto ante el reto de reformar profundamente la Policía, los cuerpos castrenses y el Ministerio Público, para hacer frente con efectividad al delito.
A juicio de los empresarios, “diagnósticos, estudios y proyectos abundan sobre este tema, asegurando que el debate ha sido tan extenso como improductivo, mientras dicen que el país está en estado de pánico por la violencia callejera, en la que participan militares y policías. La sociedad está asqueada por el saqueo de parte de algunos funcionarios que sólo ven en sus cargos un objetivo de enriquecimiento”.
Subrayan, además, “nos estamos convirtiendo en el país donde se violan las leyes –inclusive desde el mismo Gobierno- y no pasa nada; en un refugio de delincuentes internacionales, y nada pasa; múltiples denuncias de irregularidades con fondos públicos se ponen en evidencia por la investigación periodística y no pasa nada. Estamos ante una profunda crisis del sistema de consecuencia que nos lleva a preguntarnos para qué sirven las leyes”, reflexionaron las entidades empresariales.
De igual forma, proclamaron “Estamos perdiendo la capacidad de asombro y esto nos puede llevar a la disolución y la anarquía, a un estado general de violencia que ahuyente la inversión, haga difícil la creación de empleos y amenace la gobernabilidad. No más indiferencia”.
Ante la situación exigieron replantear la función pública en el país al considerar que esta ha sido convertida en el epicentro de los grandes escándalos que sacuden a la sociedad dominicana.
Los directivos de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) y la Federación de Asociaciones Industriales (FAI) deploraron que en los casos de atracos, hurtos, tráfico de drogas, fraudes, corrupción en general y violencia nunca falte la presencia de ciudadanos vinculados con la función pública.
Señalaron que desde la función pública se envían señales muy negativas a la sociedad cuando la impunidad permite formar riquezas sobre la base de la violencia y del saqueo al Erario, pese a que el país cuenta con uno de los más avanzados bloques de leyes anticorrupción y de transparencia.
La AEIH y la FAI apuntaron que semanalmente realizan denuncias de situaciones que deben atenderse para tener un sector público organizado y promotor de relaciones éticas con sus ciudadanos, “pero no pasa nada y se impone la indiferencia.”
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