lunes, 26 de septiembre de 2011

La izquierda francesa controlará el Senado AYER SE CELEBRARON ELECCIONES PARCIALES EN 44 DEPARTAMENTOS

Victoria. La líder del Partido Socialista francés, Martine Aubry, ejerce su derecho al voto durante las elecciones al Senado francés ayer, en un colegio electoral de Lille. Los de ayer fueron últimos comicios antes de celebrarse las elecciones presidenciales del próximo año.
(Elpais.com)
Francia

La izquierda francesa, comandada por el Partido Socialista francés (PS), se hizo ayer con el control del Senado por primera vez en más de medio siglo.

Las elecciones parciales celebradas en 44 departamentos del país, en las que votaron 71,890 grandes electores (diputados, consejeros regionales y provinciales, alcaldes y concejales), renovaron la mitad de la cámara alta y se cerraron con un triunfo claro e histórico del PS, que refuerza así sus opciones ante las presidenciales de mayo próximo.

Desde el 1958
La derecha, que controlaba el Senado desde 1958, pagó la división entre los centristas y la UMP, el partido de Sarkozy.

El presidente pierde así su cuarta elección consecutiva y deberá gobernar ahora en difícil convivencia con un Senado que puede retrasar las decisiones legislativas del Gabinete. El voto parcial renovó cerca de la mitad de los asientos de la Alta Asamblea, 170 escaños.

La izquierda necesitaba ganar 23 senadores para obtener la mayoría absoluta de una cámara que pasa de tener 343 escaños a 348.

Sobre las 20.30 horas, el presidente del grupo socialista, Jean-Pierre Bel, proclamó la victoria de la izquierda anticipándose al ministerio del Interior con estas palabras: “Es un día histórico.

Por primera vez en la V República, el Senado va a conocer la alternancia. Nuestra victoria es una afrenta para la derecha. El cambio está en marcha”.

Más tarde, los datos casi definitivos certificaron la euforia. A falta de solo cua tro escaños por atribuir, la izquierda alcanzaba una holgada mayoría de 175 senadores, ganando 24 respecto a la última composición de la cámara, y mejoraba sus resultados en 19 departamentos del país, mientras la derecha retrocedía desde 171 asientos hasta 169.

La victoria de la gauche en la vetusta institución senato- cuarial nacida de la Revolución Francesa, que se sigue eligiendo con el voto de los altos cargos políticos territoriales y no por sufragio universal, había sido pronosticada por los analistas, aunque no de forma tan contundente. El propio presidente del Senado, Gérard Larcher, reconoció que “un seísmo político” había sacudido el palacio de Luxemburgo. Larcher se jugará el cargo contra Bel en la votación final del 1 de octubre.

La simbólica derrota del dividido bloque conservador acentúa la sensación de creciente desgaste que sufre Sarkozy, cada vez peor valorado en las encuestas, y castiga las luchas intestinas entre conservadores y centristas, que se presentaban en bloques enfrentados por viejas disputas.

Los resultados de París, donde los socialistas se hacían con 8 senadores y la UMP con dos, perdiendo uno respecto a la última elección, parecieron subrayar la impresión de declive del presidente.

UNA PREMOCIÓN PARA EL PARTIDO DE SARKOZY François Hollande, favorito de los sondeos en la carrera a las presidenciales de los socialistas, detectó “una descomposición del sistema de poder de Sarkozy”, que juzgó “premonitoria para 2012”.

El Elíseo trató de limitar el alcance de la derrota al señalar que era “la consecuencia del avance de la izquierda en las elecciones locales celebradas desde 2004”. También el primer ministro, François Fillon, reconoció el “”fuerte avance de la oposición”. “El momento de la verdad es la próxima primavera. La batalla ha comenzado esta noche”, advirtió.

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