La iniciativa es organizada por el Cluster Turístico La Romana-Bayahíbe, voluntarios del Cuerpo de Paz de la embajada de EE.UU. y la Marina de Guerra dominicana, dijo al periódico Listín Diario Charles Beeker, arqueólogo e investigador de la Universidad de Indiana (UI), entidad que también participará en la actividad.
De acuerdo a la información, la del sábado será la primera vez que un sitio de interés histórico y arqueológico, ubicado a unos ocho pies bajo el nivel del mar, se incluye en la jornada que se realiza en el país con motivo del Día Mundial de Limpieza de Playas.
Esta actividad y la organizada por el nadador dominicano Marcos Díaz, que intentará unir el 18 de septiembre la localidad de Sosúa con el malecón de la turística provincia de Puerto Plata, en la costa norte dominicana, forman parte de los actos organizados en la nación caribeña por la jornada de limpieza de playas.
El buque del capitán Kidd forma desde mayo pasado la ruta ecoturística “Museos vivos del mar”, integrada además por las embarcaciones Nuestra Señora de Guadalupe y Morales, hundidas en la zona de Bayahibe, en el este dominicano.
La ruta se inauguró en ocasión del 310 aniversario de la muerte de Kidd, conocido como el “terror de los mares”, y que fue condenado a la horca por asesinar a un miembro de su tripulación
Los restos de la embarcación de Kidd fueron descubiertos en 2007 frente a la costa de la isla Santa Catalina por un equipo de arqueólogos de la Universidad de Indiana, encabezado por Charles Beeker, quien señaló entonces que el área “está bendecida por parques subacuáticos preciosos, áreas coralinas muy importantes y bellas..”.
Asimismo, aclaró que en los restos del buque del capitán William Kidd, Quedagh Merchant, no había tesoros. “El verdadero tesoro es el barco”, dijo.
Los historiadores sostienen que cuando Kidd asaltó el Quedagh Merchant el buque llevaba a bordo un enorme botín de telas, sedas, oro, plata y otras mercancías procedentes de la India oriental.
Sin embargo, y ante las acusaciones de piratería que acuciaban, el capitán tuvo que dejar el barco a cargo de sus hombres de confianza y partir hacia Nueva York para tratar de limpiar su nombre ante la justicia.
El legendario capitán Kidd fue juzgado y condenado a morir colgado sobre el río Támesis, en Londres, donde su cuerpo permaneció pendiendo de una soga durante dos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario