Como un crimen de Estado para que no se abriera una “caja de Pandora” con hechos y consecuencias que involucran a la nación, fue calificada hoy la muerte del sicario Carlos Everstz Fournier, ocurrida el 26 de septiembre del 2003, luego de que revelara que un ex jefe de la Policía intentó pagarle para que matara al senador Darío Gómez. La aseveración fue hecha por Carlos Olivares, quien fuera abogado de Everstz Fournier, en referencia a una serie de reportajes sobre crímenes y hechos no resueltos, uno de los cuales hace referencia a la muerte de su ex cliente.
Olivares dijo que es tan evidente que se trató de un crimen de Estado, que su muerte ni siquiera fue investigada por las autoridades y que el hecho constituyó “crónica de una muerte anunciada”, ya que él había dicho que después de su confesión su vida no valía un centavo.
Recordó que éste fue apresado, porque además reveló que había matado más de 38 personas, pero que logró su puesta en libertad mediante el conocimiento de un recurso de habeas corpus, en razón de que no se pudo presentar ni una sola acta de defunción de las personas que él dijo haber matado.
¿Quiénes lo mataron y por qué?, ese es el papel que le corresponde a la justicia, investigar, y no lo ha hecho, naturalmente porque por lo visto se trató de un crimen de Estado para ocultar cosas que el podría revelar y que no convenía que se supieran”, manifestó Olivares.
Precisó que Everstz Fournier le confesó que estaba seguro de que lo iban a matar y que por eso había tomado varias medidas, una de ellas como no tomar siempre un vehículo en el mismo lugar.
Declaró que éste nunca le manifestó quién o quiénes lo querían matar, pero que si sabía que le iban a quitar la vida, luego de su comparecencia en el programa de televisión Hoy Mismo, del periodista César Medina.
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