viernes, 8 de julio de 2011

Barrios siguen inundados en las riberas del Ozama

Así estaba La Barquita en la tarde de ayer, bañada por el río Ozama. HOY/ARIEL DÍAZ ALEJO
Hay decenas de damnificados - Se quejan de que no han tendio una respuesta efectiva del Gobierno,


SANTO DOMINGO.- Decenas de viviendas seguían este jueves inundadas en las riberas del río Ozama, el cual atraviesa esta Capital, y es uno de los más caudalosos de la República Dominicana.

Los damnificados se quejan de que no han tenido una respuesta efectiva del Gobierno, a pesar de que les han sido suministrado alimentos a través de la Dirección de Comedores Económicos y de que el Ministerio de Salud Pública ha enviado brigadas a las áreas afectadas.

Los barrios anegados son los denominados La Barquita (sabana Perdida), La Barquita (Los Mina), La Lata, La Lechuga, Los Coordinadores y Las Cucarachas. En los cuatro primeros hay 700 viviendas inundadas y sus habitantes están en plena calle, en dos templos y otros lugares. La prensa matutina reseña que anoche algunos intentaron regresar a sus hogares pero se vieron impedidos ya que el río subió de repente.

John García, oficial de brigadas de Santo Domingo Norte, informó que anoche se vieron precisados a sacar decenas de personas de Los Coordinadores y Las Cucarachas. Fueron alojadas temporalmente en un templo evangélico y un colegio en construcción, y comenzaron a ser evaluadas por personal del Ministerio de Salud Pública.

Rafael Holguín, dirigente comunitario de La Barquita, explicó al periódico Hoy que en los 31 años que lleva viviendo en ese lugar nunca había observado al Ozama tan furioso como ahora.

Eridania, de la Junta de Vecinos La Milagrosa, quien lleva cuatro días refugiada bajo una lona en la calle de La Barquita, aconsejó a las autoridades que reubiquen a las familias que resuden en lugares vulnerables y que procedan al dragado del río.

Sacerdote exige solución

El sacerdote Gregorio Alegría, párroco de la iglesia San Vicente de Paúl, exigió al Gobierno solución al problema que se presenta cada vez que llueve. “No es el río que se mete a las viviendas, son las viviendas que se meten al río, es un problema de Gobierno que debe resolver”, expresó el cura, quien abrió la capilla San José para albergar parte de los damnificados.

Resaltó que ahora el problema es más grave debido a que las aguas del Ozama están contaminadas, lo que pudiera devenir en enfermedades.

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