Esto no nos lo habían enseñado en los cuentos infantiles! El amor no es, ni de lejos, tan bonito como algunos nos quieren hacer creer. Hemos visto recientemente a hombres que subastan a sus esposas en Internet o a multimillonarios que no encuentran pareja. Sin embargo, la historia que riza el rizo es la de un chino que denunció a su mujer tras darle una hija fea. El señor Feng no pudo superar jamás el desasosiego de ser papá de una criatura poco agraciada.
Atormentado por ello, se separó de su esposa e interpuso una demanda contra ella por “infidelidad”, alegando que la niña fea recién nacida no se parecía a ninguno de sus progenitores.
Así, sin pruebas de paternidad, suena un poco a excusa. Más parece que estaba cansado de su doña y buscaba cualquier motivo para alejarse de ella.
Durante el proceso, Feng afirmó que se casó “por amor, pero en cuanto nació nuestra primera hija, apareció un problema. Es tan fea que me asustó”. Ante una evidencia que saltaba a la vista y presionada por el abogado de su marido, la demandada confesó que no había infidelidad alguna y que la niña era clavadita a ella, que si ahora tenía un aspecto agradable era porque había invertido unos 100,000 dólares en cirugía estética. De niña era el patito feo del colegio y no se había convertido en cisne por gracia de la naturaleza, sino por el arte de un cirujano plástico.
Como castigo por haber engañado a su marido (al no contarle lo de sus operaciones), el juez condenó a la ya ex señora Feng a abonarle 100,000 dólares (unos 93,000 euros), una sentencia ejemplar que satisfizo al demandante.DE LISTIN DIARIO.COM
No hay comentarios:
Publicar un comentario