SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Frente Estudiantil de Liberación Amín Abel (Felabel), conjuntamente con el Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO), el Movimiento Popular Dominicano (MPD) y la Izquierda Revolucionaria (IR) realizaron un piquete en la sede del Ministerio de Salud Pública, donde entregaron un documento dirigido al presidente de la República, Danilo Medina.
En el documento afirman ”el Sistema de Salud en República Dominicana ha colapsado…el pueblo dominicano carece de protección social”.
Asimismo exigen el cinco por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), una nueva Ley de Seguridad Social y otra Ley General de Salud.
Carta Pública al presidente Danilo Medina
Señor Presidente:
Las organizaciones abajo firmantes exigimos de su Gobierno abordar con carácter de urgencia y la responsabilidad necesaria, la problemática de Salud que sufre el pueblo dominicano, y en consecuencia, declarando el país en estado de emergencia sanitaria, ante el colapso del sistema hospitalario y la desprotección en que se encuentra la inmensa mayoría del pueblo dominicano.
Nuestras organizaciones entienden, que el gobierno está obligado a propiciar la transformación del Sistema de Seguridad Social, con la participación de los distintos sectores, o ha de cosechar el más rotundo fracaso en materia de Salud y política social.
Hoy por hoy, la Seguridad Social es un sistema anacrónico, que nada resuelve: más de seis millones de la población dominicana se encuentran abandonados a su suerte y vulnerables a enfermedades virales de fácil control, pero que por la falta de un sistema sanitario adecuado, alcanzan niveles de epidemias de gran impacto.
La Ley 87-01, del 9 de mayo de 2001, que creó el Sistema de Seguridad Social vigente, concebido con una orientación neoliberal, lejos de buscar satisfacer las necesidades de los ciudadanos, no ha hecho más que desmejorar las atenciones de la mayoría de la población, al concebir la Salud como un negocio cualquiera.
A 13 años de ser promulgadas, La Ley de Seguridad Social y la Ley General de Salud no han garantizado atención de salud ni protección social, más bien han contribuido a generar una situación de calamidad nacional, por lo que las mismas deben ser cambiada “de cabo a rabo”.
El escandaloso caso en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral puso de manifiesto ante la opinión pública nacional e internacional, la inoperancia de todo el sistema hospitalario, ya que situación no es exclusiva de ese centro de salud, sino que también se presenta en el Hospital Infantil Arturo Grullón, de Santiago, y en todos los hospitales público.
La crisis en la atención de salud en la República Dominicana es una situación que, por más vuelta que le quieran dar, tiene su causa en la baja partida del Presupuesto Nacional destinada a Salud, de cuyo monto, sólo una cantidad ínfima de recursos llega a los centros de atención, que dan cobertura a más de seis millones de dominicanos que no tiene otra opción.
Acusar a los médicos de negligencia por la muerte de los 11 niños en el hospital Robert Reid, es irse por las ramas y resulta algo insólito, ya que lo único bueno con que cuentan los centros de salud pública son los médicos y el personal de enfermería.
Los hospitales del modelo de “autogestión”, administrados por los famosos patronatos que a nadie le rinden cuenta de sus ganancias, se han convertido en un gran negocio privado, pese a recibir miles de millones de pesos del Estado, proceden de los impuestos que pagan los ciudadanos. Estos deben pasar a ser parte de los centros de atención de salud públicos, ya que los servicios que ofrecen resultan inalcanzables para la mayoría de los dominicanos.
Es improcedente, al mismo tiempo que inexplicable, que 10 hospitales del denominado “Nuevo Modelo” o “Autogestionados” reciban un total de $2,644 millones al año, en tanto que 1,781 hospitales y centros de salud del sector público, se les asignen $847 millones anual.
Es absurdo que a hospitales dirigidos por patronatos, como el “Marcelino Vélez Santana”, la Plaza de la Salud y el “Ney Arias Lora”, se les asignen $44, $26 y $20 millones de pesos mensuales, respectivamente, y en cambio, a los centros de salud públicos, como el hospital infantil “Robert Reid” le asignen $7.5 millones mensuales, el hospital Infantil “Arturo Grullón”, de Santiago, $7 millones al mes y al Moscoso Puello, tan solo $5.5 millones por mes, parte de los cuales son desviados a Programa de Medicamentos Esenciales (PROMESE), por concepto de medicamentos, pese que en los centros de salud públicos no se encuentra ni una jeringuilla.
Por otra parte, las denominadas Administradoras de Riesgo de Salud (ARS) privadas, constituyen una estafa para el Estado, para los pacientes y para los propios médicos, por lo que consideramos en una transformación del Sistema de Salud, las ARS deberán quedar como una estafa del pasado.
El presupuesto general de Salud, que apenas asciende al 1.2% del Producto Interno Bruto (PBI), una de las más baja de Latinoamérica, debe ser elevado al 5% del PIB.
El recurrente alegato de falta de recursos no es real. Los recursos están mal distribuidos y mal gastados, los que no se los chupa la corrupción, como se dice popularmente.
Los recursos para Salud no faltarían, si se pone fin a las exenciones multimillonarias a potentados y corporaciones; si se le pone fin a las estafas de los generadores eléctricos; si se le pone fin al derroche de recursos y al funcionariado improductivo en el gobierno y si se le pone fin a las nominillas en las dependencias del Estado.
Enormes recursos estarían a la disposición de la Seguridad Social, si se le pone fin al “Barrilito” y “Cofresitos”; si se le pone fin a los subsidios a negocios privados de la Educación; si se le pone fin a la abultada asignación presupuestal al Despacho de la “Primera Dama”; si se restringe los cientos de millones en gastos en publicidad gubernamental; si se le pone fin a la corrupción y se confiscan los bienes públicos robados, entre muchas otras medidas.
La Salud es la necesidad primera del ser humano y constituye una responsabilidad del Estado, que debe ser la principal prioridad del gobierno de turno.
Entendemos que se debe consignar una partida en Presupuesto Nacional del 2015 ascendente a $100 mil millones de pesos, apuntando hacia alcanzar el 5% del PIB, procurando satisfacer las necesidades del Sistema de Salud y para que se dediquen los recursos suficientes a la implementación de los Centros de Atención Primaria y los Programas de Salud Preventiva que abarquen todo el país.
Nuestro interés sería que se eviten jornadas de protestas en todo el país a las que estamos dispuestos, en caso en que se mantenga el abandono de los hospitales y que no se garantice Seguridad Social al pueblo, y sobretodo, que tantos dominicanos sigan sufriendo el dolor que producen las enfermedades no tratadas a tiempo o que continúen muriendo personas a diario, por no encontrar la atención de salud requerida en los hospitales.
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