El obispo de la Diócesis de Higüey, monseñor Gregorio Nicanor Peña, al oficiar la misa solemne por el Día de la Virgen de la Altagracia, abogó porque haya una mejor distribución de los bienes para que no exista desigualdad social.
En la homilía dijo que Dios tiene la mirada puesta en los más desamparados y desea una mejor distribución para los pobres, y por eso Dios derriba el trono a los poderosos y enaltece a los de menos ingresos o a los más pobres.
Al final de la misa mayor, el obispo dio el abrazo de la paz al presidente Danilo Medina y la primera dama, Cándida Montilla quienes asistieron a la ceremonia a rendirle homenaje a la madre espiritual del pueblo dominicano.
Después de la misa, el presidente encabezará un almuerzo en la casa del obispo en la que estarán presentes los empresarios y los funcionarios civiles y militares que asistieron a la eucaristía.
Como es tradición, luego de concluir la misa mayor en la Basílica, el obispo ofrece un almuerzo al jefe del Estado.
Con la presencia del presidente Danilo Medina, su esposa, funcionarios del gobierno, empresarios y miles de feligreses de
En la misa asistieron los ministros Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta; Obras Públicas, Gonzalo Castillo; el jefe la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo; el de la Armada vicealmirante Edmundo Félix Pimentel; del Ejército, mayor general José Matos de la Cruz; el senador Amable Aristy Castro; y el presidente del Grupo Punta Cana, Frank Rainieri y el dirigente político Luis Abinader.
Tanto dentro como fuera de la Basílica miles de feligreses vienen a cumplir promesas y hacer peticiones. Algunos dijeron que la Virgen le ha cumplido con peticiones y otros dicen que vienen a esperar el milagro.
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