Los Gigantes en los últimos tres encuentros han mostrado de que están hecho, han dominado la ofensiva de los verdes, que parece haberse marchado junto a la salida de Robinson Canó del escenario.
Como de costumbre la labor del pitcheo ha sido fundamental para ambos conjuntos en las victorias que han obtenido, la presencia de los lanzadores abridores hasta el quinto o más allá de esa entrada, ha significado la victoria para su equipo.
La situación para el partido de esta noche en San Francisco, luce sin lugar a dudas más favorable para los Gigantes, quienes jugarán en casa y buscan prolongar el buen momento que están viviendo en los últimos tres compromisos, en los que han salido por la puerta grande.
En el caso de los orientales deberán dejar detrás la salida de Canó y hacer lo que hicieron durante toda la temporada, jugar al béisbol de velocidad, contacto y defensa, sacar una victoria en casa de sus rivales es la única salida que tienen para mantener las posibilidades de coronarse tras 47 años.
La final se encuentra en 3 -2, pero las Estrellas podrían caer en conteo de 3 y 2, sin posibilidades de dejar pasar un pitcheo en la zona, de caer en el juego de esta noche.
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