Pidiendo justicia y llenos de rabia e impotencia están los familiares del raso de la Policía Nacional Anderson Guzmán Féliz, de 27 años, asesinado el martes de un disparo en la cabeza durante una protesta en Salcedo.
Todos lucen destruidos y refugiados en el llanto como forma de dar riendas sueltas a su dolor por la pérdida de su pariente, cuyo cuerpo cuyo cuerpo fue sepultado la tarde de ayer.
Su abuela, Marta Féliz Medina, y su hermana, Raquel Marisol Guzmán Féliz, no podían articular palabras, pero sacaron fuerzas para conversar con LISTÍN DIARIO y pedir que los responsables sean apresados para que paguen por el crimen.
“Ha sido un asesinato lo que se ha cometido y solo queremos que los responsables sean apresados y que el jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo, ponga todo el empeño para que los cobardes que hicieron esto paguen ante la justicia por este hecho”, dijo su hermana con palabras entrecortadas.
La madre del agente, María Luisa Guzmán, reside en España y se espera su llegada a la República Dominicana en las próximas horas para despedir a su hijo, definido por su hermana como un joven tranquilo y alegre que nunca hizo daño.
Decenas de personas, amigos, familiares, vecinos y relacionados visitaron ayer la casa de los padres del agente, ubicada en el barrio 30 de mayo, antiguo barrio de la Policía, en donde serían velados sus restos.
Mediante un comunicado de prensa, Raúl Monegro, vocero nacional del Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo), desvinculó a esa organización de la muerte del agente y, en cambio, piden el esclarecimiento del hecho.
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