La detención de un joven español que pretendía sembrar de bombas la Universidad de las islas Baleares, emulando a los autores de la matanza de Columbine (EEUU), evitó una catástrofe, según las autoridades.
La policía anunció hoy el arresto, el día anterior, de un joven de 21 años en la isla española de Mallorca y en cuyo domicilio se encontraron 140 kilos de explosivos con los que pensaba atentar en la universidad balear.
También se halló un diario personal en el que el joven, identificado como Juan Manuel M.S, manifestaba su intención de suicidarse tras la masacre, según la policía.
El plan estaba inspirado en la matanza ocurrida el 20 de abril de 1999 en Columbine, cuando dos adolescentes mataron a tiros a doce estudiantes y un profesor en un instituto de esa ciudad estadounidense antes de suicidarse.
Juan Manuel es un estudiante español de electrónica que tenía una conducta "antisocial", según informó en conferencia de prensa la portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Baleares, Yanka Jurkevicz.
Se había independizado de casa de sus padres hacía un par de meses y se había trasladado a un apartamento de la misma ciudad de Palma de Mallorca, donde vivía de los juegos de azar por Internet.
De acuerdo a la policía, el joven residió siempre en esta ciudad, donde estudió electrónica, pero no tiene ninguna vinculación con la Universidad de las Islas Baleares (UIB).
En el diario personal encontrado en su domicilio, el joven explicaba su plan de atentar contra el centro universitario y manifestaba su odio a la sociedad, especialmente a los estudiantes universitarios.
También expresaba su decisión de colocar bombas tipo tubo repletas de metralla en el recinto estudiantil, explicó la portavoz.
Los investigadores creen que todo apunta a que actuaba solo, y dijeron que no tenía fecha señalada para su acción.
Según la portavoz, el arrestado ya había enviado a un centro escolar de Palma de Mallorca una carta en tono amenazante.
Al joven, que pasará a disposición de un juzgado en las próximas horas, se le acusa de un delito de tenencia de armas y explosivos.
Jurkevicz reconoció que con la cantidad de explosivos que tenía, el detenido podía haber hecho "bastante daño", y más teniendo en cuenta que pensaba fabricar bombas con metralla en su interior.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, opinó, por su parte, que con la detención del chico se evitó previsiblemente "una masacre" y se salvaron muchas vidas, tras lo cual felicitó a la Policía española por la "brillantísima operación".
También la rectora de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), Montserrat Casas, lanzó un mensaje de tranquilidad y reconoció que la detención del joven "evitó una tragedia".
Casas no supo explicar por qué el joven había elegido este centro para atentar, y señaló que la policía le informó tan solo de que el detenido "decía cosas como que los estudiantes universitarios eran gente pija" (clasista).
"Pensamos que las medidas de seguridad han funcionado perfectamente y que la policía ha evitado una tragedia", aseguró la rectora.
La mayoría de los alumnos se enteraron de la noticia avisados por amigos y familiares con mensajes de los celulares y a través de las redes sociales.
Mientras tanto, los pocos vecinos que habían reparado en el joven en los dos meses que llevaba viviendo en el viejo barrio palmesano de Sa Gerreria veían en Juan Manuel a un joven "solitario" y "un poco perdido", sin imaginar que la policía le seguía ya muy de cerca.
Hace ya tres semanas que los agentes vigilaban cada día discretamente la casa en la que el joven urdía el plan terrorista con el que quería sembrar de bombas el campus universitario para imitar a los asesinos del instituto de Columbine.
El peluquero que anteayer mismo le cortó el cabello y vio como un día después Juan Manuel subía detenido a un furgón policial, explicó hoy que "no decía mucho" cuando le atendía en su establecimiento y que "caminaba con la cabeza baja, estaba en su mundo".
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