Lágrimas corrían por su rostro, una sensación indescriptible manifestaban sus sollozos, sus ojos exhibían una luz esperanzadora que le anunciaba un nuevo estilo de vida. Mientras reposaba en una camilla de la sala preoperatorio del Hospital Traumatológico Doctor Ney Arias Lora, del complejo hospitalario Ciudad de la Salud, la joven Antonia Jiménez sentía que estaba a punto de alcanzar su más grande sueño.
Cuenta que sus preocupaciones iniciaron cuando a la edad de 14 años empezó a subir de peso progresivamente, y desde hace ya 22 años presentaba estados constantes de depresiones, complejos e inconformidades con su físico, pues esas 240 libras que tenía, se convirtieron en su tormento.
“A mí no me gusta comprar ropa, porque nada me sirve”, externó con melancolía. Su fe está puesta en que el proceso quirúrgico le ayudará a mejorar su salud y experimentar la maternidad.
Su condición económica y la de su familia no le permitían materializar su anhelado deseo de tener una condición corporal más saludable y atractiva. La obesidad le estaba provocando complicaciones de hipertensión, cansancio constante, problemas en las articulaciones y prediabetes.
Ayer, después de mucho luchar, y gracias a la ayuda incondicional que le ofreció el hospital Doctor Ney Arias Lora y el personal médico de ese centro asistencial, su deseo se logró.
Su felicidad antes de ingresar al quirófano era expresada en su fiel tranquilidad. Dijo no sentir nervios por el proceso que encararía porque estaba plenamente confiada en Dios y en el equipo de profesionales que con su trabajo y solidaridad le devolverían las sonrisas soñadas, y nuevas y mejores formas de continuar su vida.
Intervención
A las 10 y 10 minutos de la mañana de ayer Antonia fue trasladada a la sala de quirófano número tres, donde expertos la esperaban para darle escultura y color a su anhelo.
A las 10 y 10 minutos de la mañana de ayer Antonia fue trasladada a la sala de quirófano número tres, donde expertos la esperaban para darle escultura y color a su anhelo.
Los doctores Gustavo Antonio Rodríguez Blanco, coordinador del departamento de cirugía laparoscópica y endoscópica del centro de salud Ney Arias Lora; Alejandro Soto Méndez, gerente de cirugía general y especialidades; Rafael Pérez Canela, cirujano general y laparoscópico; Juan Manuel Franjul, cirujano; Esteban Patrick Sánchez, gerente de anestesiología, junto a dos enfermeros y dos anestesiólogos, fueron los hacedores de esta obra, al asistir a la paciente durante el procedimiento de la manga gástrica.
Este es el más moderno proceso quirúrgico de cirugía bariátrica para el manejo de la obesidad, y consiste en extirpar el 80% del estómago, logrando eliminar gran parte de la grelina (hormona que determina el hambre).
El procedimiento duró aproximadamente una hora y treinta minutos, y su costo se estima en 3 mil 500 dólares.
En el caso de Antonia, el kit quirúrgico le cubre la cirugía y los procesos de post operación, que incluyen consultas con cirujanos, nutricionistas, psicólogos y terapeutas físicos.
(+)
LAS VENTAJAS LUEGO DEL PROCEDIMIENTO
Esta intervención, según el doctor Rodríguez Blanco, garantiza la reducción promedio de 80 libras en los pacientes, dependiendo del peso inicial, que se reflejarán durante los seis meses de recuperación total, aunque el intervenido continuará perdiendo volumen muscular hasta establecer un peso estándar, que luego deberá mantenerse.
Relata que el paciente se someterá a una rutina de ejercicios y estricta dieta, para lograr el cometido. El coordinador del departamento de cirugía laparoscópica y endoscópica explica que los resultados para la efectividad de la cirugía van de la mano con que el paciente cumpla todo lo indicado por el personal médico.
Reveló que en ese centro asistencial por encima de 50 pacientes ya se han practicado la bariátrica y las consecuencias han sido óptimas. Aseguró que este tipo de prácticas médicas mejoran la calidad de vida de los pacientes.
Rodríguez Blanco informó que 70% de las intervenciones son en mujeres y 30% en hombres.
Sostuvo que la manga gástrica tiene menos de 1% de mortalidad y entre 5% y 10% de complicación, ya sea leve, moderada o severa. El experto en este procedimiento, con una data de más de 560 prácticas quirúrgicas de esta clase, advirtió que si el paciente después de un año lleva una vida con desarreglos y excesos alimenticios podría aumentar nuevamente su peso, pero nunca llegar al peso inicial.
LAS VENTAJAS LUEGO DEL PROCEDIMIENTO
Esta intervención, según el doctor Rodríguez Blanco, garantiza la reducción promedio de 80 libras en los pacientes, dependiendo del peso inicial, que se reflejarán durante los seis meses de recuperación total, aunque el intervenido continuará perdiendo volumen muscular hasta establecer un peso estándar, que luego deberá mantenerse.
Relata que el paciente se someterá a una rutina de ejercicios y estricta dieta, para lograr el cometido. El coordinador del departamento de cirugía laparoscópica y endoscópica explica que los resultados para la efectividad de la cirugía van de la mano con que el paciente cumpla todo lo indicado por el personal médico.
Reveló que en ese centro asistencial por encima de 50 pacientes ya se han practicado la bariátrica y las consecuencias han sido óptimas. Aseguró que este tipo de prácticas médicas mejoran la calidad de vida de los pacientes.
Rodríguez Blanco informó que 70% de las intervenciones son en mujeres y 30% en hombres.
Sostuvo que la manga gástrica tiene menos de 1% de mortalidad y entre 5% y 10% de complicación, ya sea leve, moderada o severa. El experto en este procedimiento, con una data de más de 560 prácticas quirúrgicas de esta clase, advirtió que si el paciente después de un año lleva una vida con desarreglos y excesos alimenticios podría aumentar nuevamente su peso, pero nunca llegar al peso inicial.
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