WASHINGTON. El sol se mueve a través del espacio interestelar más lentamente que lo que se creía hasta hora y parece tener una interacción más débil con el resto de la galaxia, según un estudio publicado hoy en la revista Science.
El ingeniero David McComas, del Southwest Research Institute de la Universidad de Texas, y su equipo han confirmado que el movimiento relativo del Sol respecto al medio interestelar es más pausado de lo que se creía.
El equipo ha utilizado nuevas mediciones del Explorador de la Frontera Interestelar (IBEX, por su sigla en inglés) de la NASA, una pequeña nave espacial que genera remotamente imágenes de la interacción de partículas en la orilla de nuestro sistema solar y ayuda a los investigadores a determinar la posición exacta del sistema solar en la galaxia.
El Sistema Solar se mueve rápidamente a través del espacio, viajando dentro de una burbuja de viento solar y campo magnético llamada la heliosfera. El límite de la heliosfera, donde el viento solar interactúa con el resto de la galaxia, marca la orilla del sistema solar, conocida como región limítrofe interestelar.
Pero los nuevos hallazgos del IBEX muestran que el Sol se mueve tan lento que la presión de material que fluye alrededor de la heliosfera es un 25 % menor de lo esperado, por lo que creen que no es suficiente para crear un arco de choque, un componente estructural que se cree que controla el flujo de rayos de alta energía cósmica.
"El estampido sónico realizado por un avión rompiendo la barrera del sonido es un ejemplo terrestre de un arco de choque", explica McComas, investigador principal de la misión IBEX.
"A medida que el chorro alcanza velocidades supersónicas, el aire delante de él no puede salir lo suficientemente rápido", así "una vez que la aeronave llega a la velocidad del sonido, los cambios de interacción que se producen de forma instantánea se convierten en una onda de choque".
El descubrimiento sugiere que el límite de protección que separa nuestro sistema solar del resto de la galaxia carece de ese arco de choque, como recogen las teorías científicas, y podría tener implicaciones sobre cuánta radiación (en forma de rayos cósmicos galácticos) entra a nuestro sistema solar.
Desde hace aproximadamente un cuarto de siglo los investigadores creían que la heliosfera se movía a través del medio interestelar a una velocidad lo suficientemente rápida como para formar un arco de choque.
Sin embargo, los datos del IBEX han demostrado que la heliosfera en realidad se mueve a través de la nube interestelar local a unos 83.685 kilómetros por hora, cerca de 11.200 kilómetros hora más despacio de lo que se pensaba.
Eso representa una velocidad lo suficientemente lenta como para crear más una "onda" que un "arco" de choque.
"Si bien es cierto que hay arcos de choque por delante de muchas otras estrellas, creemos que la interacción de nuestro Sol no alcanza el umbral crítico para formar un 'shock', por lo que una onda es una representación más exacta de lo que está pasando por delante de nuestra heliosfera, al igual que la onda hecha por la proa de un barco que se desliza por el agua", señaló McComas.
El experto señaló que "es demasiado pronto para decir exactamente lo que estos nuevos datos significan para nuestra heliosfera".
El ingeniero David McComas, del Southwest Research Institute de la Universidad de Texas, y su equipo han confirmado que el movimiento relativo del Sol respecto al medio interestelar es más pausado de lo que se creía.
El equipo ha utilizado nuevas mediciones del Explorador de la Frontera Interestelar (IBEX, por su sigla en inglés) de la NASA, una pequeña nave espacial que genera remotamente imágenes de la interacción de partículas en la orilla de nuestro sistema solar y ayuda a los investigadores a determinar la posición exacta del sistema solar en la galaxia.
El Sistema Solar se mueve rápidamente a través del espacio, viajando dentro de una burbuja de viento solar y campo magnético llamada la heliosfera. El límite de la heliosfera, donde el viento solar interactúa con el resto de la galaxia, marca la orilla del sistema solar, conocida como región limítrofe interestelar.
Pero los nuevos hallazgos del IBEX muestran que el Sol se mueve tan lento que la presión de material que fluye alrededor de la heliosfera es un 25 % menor de lo esperado, por lo que creen que no es suficiente para crear un arco de choque, un componente estructural que se cree que controla el flujo de rayos de alta energía cósmica.
"El estampido sónico realizado por un avión rompiendo la barrera del sonido es un ejemplo terrestre de un arco de choque", explica McComas, investigador principal de la misión IBEX.
"A medida que el chorro alcanza velocidades supersónicas, el aire delante de él no puede salir lo suficientemente rápido", así "una vez que la aeronave llega a la velocidad del sonido, los cambios de interacción que se producen de forma instantánea se convierten en una onda de choque".
El descubrimiento sugiere que el límite de protección que separa nuestro sistema solar del resto de la galaxia carece de ese arco de choque, como recogen las teorías científicas, y podría tener implicaciones sobre cuánta radiación (en forma de rayos cósmicos galácticos) entra a nuestro sistema solar.
Desde hace aproximadamente un cuarto de siglo los investigadores creían que la heliosfera se movía a través del medio interestelar a una velocidad lo suficientemente rápida como para formar un arco de choque.
Sin embargo, los datos del IBEX han demostrado que la heliosfera en realidad se mueve a través de la nube interestelar local a unos 83.685 kilómetros por hora, cerca de 11.200 kilómetros hora más despacio de lo que se pensaba.
Eso representa una velocidad lo suficientemente lenta como para crear más una "onda" que un "arco" de choque.
"Si bien es cierto que hay arcos de choque por delante de muchas otras estrellas, creemos que la interacción de nuestro Sol no alcanza el umbral crítico para formar un 'shock', por lo que una onda es una representación más exacta de lo que está pasando por delante de nuestra heliosfera, al igual que la onda hecha por la proa de un barco que se desliza por el agua", señaló McComas.
El experto señaló que "es demasiado pronto para decir exactamente lo que estos nuevos datos significan para nuestra heliosfera".
Afirmó que se tienen que desarrollar nuevas investigaciones con estos datos, ya que el cambio en la forma en la que entran los rayos cósmicos galácticos en el sistema solar es importante para los viajes espaciales tripulados.DE EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario