El presidente, Barack Obama, consideró ayer que éste es el momento "adecuado" para que el Tribunal Supremo decida sobre el matrimonio homosexual, al término de los dos días de audiencias relacionadas con el asunto en la corte.
Obama se pronunció así en dos entrevistas concedidas ayer a las cadenas hispanas Telemundo y Univision, un día después de que los jueces más conservadores del Supremo sugirieran que quizá es demasiado pronto para que la máxima instancia se pronuncie sobre el fenómeno del matrimonio gay, que es históricamente muy reciente.
"Creo que sí es hora de que los jueces examinen este asunto", dijo Obama a Telemundo.
"Creo, ciertamente, que (respecto a) los estados que han tomado una decisión de reconocer a estas parejas como casadas, el Gobierno federal tiene que respetar esa decisión (...) Y mi esperanza es que el Tribunal aborde esos temas, y que acabemos viviendo en un mundo donde todos son tratados de forma justa", agregó.
En su intercambio con Univision, consideró que éste es un asunto "importante" para el país, sobre el que la "opinión pública ha cambiado dramáticamente en los últimos años", y por eso "es adecuado que el Tribunal (Supremo) se pronuncie".
"Hemos tenido dos días de argumentos, y no sé lo que hará la Corte (Suprema). Nunca predigo lo que hará", indicó el mandatario.
"Pero yo solía dar clase de derecho constitucional, y creo que ciertamente hay una base sólida para determinar que en esta era, con lo que sabemos, con los cambios que han tenido lugar en los estados, las parejas del mismo sexo deben ser tratadas de forma justa, y tener todos los derechos y el reconocimiento que tienen las heterosexuales", añadió.
Obama aseguró que en su vida personal ha conocido a "parejas homosexuales que crían hijos, que se aman y se comprometen con el otro", y consideró "inconsistente con las tradiciones" del país "que sean penalizados" por su orientación sexual.
El mandatario expresó por primera vez el pasado mayo su apoyo al matrimonio gay, y en 2011 indicó al Departamento de Justicia que dejara de defender en los tribunales federales la ley de Defensa del Matrimonio (DOMA), que define el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.
El Supremo analizó hoy la constitucionalidad de esa definición, que impide que los matrimonios homosexuales del país sean reconocidos por el Gobierno y les priva, por tanto, de beneficios fiscales y de pensiones que sí tienen los cónyuges heterosexuales.
Cinco de los nueve jueces del Supremo cuestionaron que esa definición sea constitucional, lo que dio esperanzas a los detractores de la ley de que sea derogada una vez que los magistrados emitan su veredicto, alrededor de junio.
El Supremo debe decidir además sobre otro caso, que reta la validez de la Propuesta 8, que en 2008 prohibió los matrimonios homosexuales en California, y que, dependiendo de lo que resuelvan los jueces, podría provocar la legalización de las bodas entre personas del mismo sexo en varios estados del país.DE EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario