viernes, 25 de abril de 2014

Indagan intento asesinar hombre ligado caso Paya

LA ROMANA. La Fiscalía de aquí inició una investigación sobre el tiroteo en el que murió anoche una señora, cuando desconocidos habrían intentado asesinar a Gregorio Vilorio Pérez (Darío Gasolina), dueño del centro de diversión Alto Rango, vinculado por las autoridades a casos de narcotráfico. Así lo informó el procurador fiscal Richard Güílamo, quien dijo que también manejan versiones de que la acción fue ejecutada por dos personas que se desplazaban en una motocicleta, una de ellas con un casco protector en la cabeza.
En el hecho sucedido casi a las 7:00 de la noche murió Buenolia José, de 79 años, quien reside en las inmediaciones del citado negocio que opera en la avenida Pedro A. Lluberes. Sin embargo, hasta poco después de las 11:00 de la noche no se sabía el paradero del propietario del negocio, según confirmó el magistrado Güílamo.
En principio se detuvo a las mujeres que laboran en el centro de diversión y a los miembros de la seguridad, pero anoche sólo fueron dejados bajo investigación los últimos. Vilorio Pérez se le involucró en el caso Paya, en cuyo hecho fueron asesinados 8 colombianos y herido un nicaragüense en un matorral, en agosto de 2008. Había sido investigado y dejado en libertad luego que de manera “voluntaria” entregó los fusiles usados en la referida matanza.
El Ministerio Público lo tenía como testigo del caso, ya que buscaba establecer un vínculo material entre el excapitán de navío Edward Mayobanex Rodríguez Montero, y las armas.
Uno de los testigos aportados por el Ministerio Público en el juicio que se le sigue a 22 civiles y militares en el caso Paya, reveló ayer que conjuntamente con el exteniente de navío Carlos Rossó Peña, extraditado hacia Puerto Rico por narcotráfico, llegó a organizar viajes ilegales para enviar personas a la vecina isla.
Vilorio Pérez, pescador y propietario de Gasolina Sport Bar, declaró que incluso llegó a hacer negocios para el franqueo del transporte de cubanos hasta la isla La Mona, donde los llevaba por la suma de tres mil dólares cada uno.
Sostuvo que le pagaba al exoficial Rossó Peña dos mil dólares para el paso de la yola, y que lo conoció hace seis años cuanto éste se encontraba como jefe de Operaciones del M2, organismo de inteligencia de la Armada Dominicana.
Rossó Peña fue requerido para ser juzgado en la Corte Distrital de Estados Unidos para el distrito de Puerto Rico por delitos de confabulación en asuntos de drogas.

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