A Gerardo Rafael Frías el ser hombre y tener dinero le ha servido para abusar y atemorizar a su ex concubina, Angelita Altagracia Rosario, de 43 años, y madre de cuatro niños de entre 16 y ocho años de edad.
Angelita le contó a www.z101digital.com que cuando conoció a su ex pareja ambos eran dos pobre diablos y que con trabajo y esfuerzo fueron incursionando en el mundo del negocio hasta que al terminar de relación, que duró catorce años , habían procreado, además de los cuatro hijos, dos farmacias, un car wash y dos vehículos: una jeppeta y un carro.
Él se fue de la casa, y lo único que le dejó fue el carro, que al poco tiempo se lo mandó a quitar con artimañas. “Estando donde mi hermana, en Lucerna, con mis niños, él mando tres personas a quitarme el carro, estaban simulando que estaba en Recuperación de Vehículos”.
Angelita narró que entonces le dijo a las tres personas que fueran a Plan Piloto, pero sin entregarle la llave del vehículo, a lo que los hombres llamaron una grúa y se lo montaron.
Ella y su hermana los siguieron, pararon en el destacamento policial de la avenida Sabana Larga, en el ensanche Ozama. Supuestamente ellos estaban buscando un ayudante fiscal, luego arrancaron y anduvieron por Los Mina y Catanga, hasta que perdieron al vehículo de vista.
El carro estaba a nombre de la persona a quien Frías se lo compró y el tenía el acto de venta. Angelita no tenía dónde ir ni cómo reclamar el vehículo en el que se transportaba con los vástagos procreados con quien la quería ver en la ruina.
“Yo supe que un amigo de él lo vendió... supe que él lo mandó a vender
Luego, Frías sufrió un accidente en la jeppeta, en un despeñadero camino a Santiago, sin que él ni sus acompañantes resultaran lesionados, perdiendo el vehículo que era de su propiedad y que había adquirido en el tiempo que estuvo casado con Angelita.
Tras la separación, ella logró que un tribunal le impusiera a su ex marido una pensión de 70 mil pesos mensuales para los niños, pero recientemente en el Tribunal de Niñas, Niños y Adolescentes del ensanche Ozama, fue reducida a 30 mil pesos sin que ella si quiera fuera citada a comparecer, decisión que fue apelada por la abogada de Rosario, Inés Rossó.
Al año de la separación, Angelita reclamó la mitad de sus bienes, pues aunque parezca una mujer frágil, está muy segura de cuáles son los derechos que le asisten. En 2008 logró que un tribunal dictara una sentencia que obligaba a Frías a devolverle la mitad de los bienes, pero él solicitó una suspensión de la ejecución de la sentencia y recurrió en casación”, con lo que la mantiene en el limbo psicológico y económico, explicó la abogada.
Peor aún, Frías solicitó la custodia de los dos niños más pequeños, la cual le fue otorgada en primera instancia, decisión que fue apelada por Rossó, quien entiende que el señor quiere evadir la responsabilidad económica, quitándole los niños más pequeños, porque como las mellizas tienen 16 años y pronto serán mayores de edad, teniendo a los dos pequeños no tendría que dar la pensión a su ex pareja.
“Ha habido un atropello a esta señora en lo que es el despojo de sus dos hijos más pequeños, incluso, los magistrados no están atendiendo lo que trata el Código del Menor que es mantener la familia unida aunque haya una separación de pareja”, dijo la abogada al tiempo de informar que la decisión fue recurrida en casación.
Y el atropello es tan grande, que aunque Angelita Rosario apeló la decisión que le rebajó la sentencia, Frías sólo le da 30 mil pesos para la manutención de sus hijos, cuando al apelar Frías debió seguir erogando los 70 mil pesos.
Aunque ella también sospecha que otro motivo para querer quitarle sus hijos es neutralizarla para que no siga insistiendo con que le devuelva la mitad de lo que por derecho le pertenece.
“Mi familia me dice: suelta ese caso de los bienes para que tú veas cómo te deja tranquila”, dice.
Angelita teme y esta sola, hasta tuvo que mudarse a Santiago, de donde es su familia. “Él tiene una persecución contra ella”, confirma la abogada.
“Yo hasta temo, porque las cosas que él ha ido haciendo, ese carro, la forma como me lo mandó a quitar, la desintegración (familiar) de los niños; yo temo que hasta mande hacerme algo a mí, a mi persona”.
Según lo declarado por esta mujer, las autoridades lucen complacientes con su ex esposo, quien puede darse el lujo de caer en gracia, si de los dos es quien se quedó con todos los bienes familiares.
Si a Angelita Altagracia Rosario “le pasa algo”, como -por ejemplo- morir a manos de su ex pareja o de sicarios, algo tan común en estos días, que sepan las autoridades y la ciudadanía que no fue porque ella no hiciera nada por defenderse y porque ningún medio le prestó atención. En esta página de www.z101digital.com queda la constancia de su angustia, la cual perseguirá a las autoridades judiciales que pudiendo hoy hacer valer las leyes, no hacen nada.
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