SAN FRANCISCO. A los 16 años dejó un hogar pobre en Ucrania para buscar un futuro mejor en Estados Unidos, especializándose en informática y dos décadas después, tras la venta de la aplicación móvil WhatsApp que creó con un amigo, este empresario “friki” se convirtió en un multimillonario.
El cuento de hadas del empresario de 38 años comenzó cerca de Kiev, donde nació en el seno de una familia judía muy pobre. Para evadir las tácticas represivas antisemitas de la policía ucraniana, él y su madre emigraron a California cuando tenía 16 años, sin que su padre pudiera acompañarlos.
Los primeros tiempos fueron difíciles y no se corresponden en manera alguna con la típica imagen del “sueño americano”: Jan Koum, por entonces un niño revoltoso, iba a la escuela con cuadernos y bolígrafos de la era soviética, llevados por su madre en un intento de ahorrar dinero.
Mientras ella acumulaba pequeños trabajos de niñera, él ganaba algunos centavos haciendo tareas domésticas en una tienda local de comestibles.
Ambos hacían fila para recibir bonos alimentarios con los que satisfacer sus necesidades más básicas. Según la revista Forbes, cuando su madre enfermó de cáncer, la familia se benefició de una indemnización para personas incapacitadas de trabajar.
Jan Koum aprendió informática y se formó en las redes comprando manuales en una tienda de libros usados. Comenzó a estudiar en una universidad en Silicon Valley y trabajaba para una compañía de seguridad informática cuando conoció en 1997 a Brian Acton, con quien más tarde fundaría WhatsApp. En ese entonces, Acton trabajaba para Yahoo!
Los dos hombres se volvieron buenos amigos y cuando la madre de Koum murió en el 2000, Acton tomó bajo su protección al joven ucraniano que finalmente decidió unirse a él en Yahoo! en vez de proseguir sus estudios terciarios. Según los rumores,
Luego, ambos amigos hicieron una pausa en su carrera y exploraron América del Sur.DE AFP
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