BAGDAD.- Al menos 52 personas han muerto y otras 67 han resultado heridas durante la liberación de un grupo de rehenes retenidos por hombres armados en una iglesia en el centro de Bagdad. Los terroristas, al parecer miembros de Al Qaeda, reclamaban al Gobierno la liberación de presos en Irak y Egipto a cambio de los rehenes.
Fuentes policiales iraquíes han explicado que las víctimas, entre las que se encuentran secuestradores, rehenes y miembros de las fuerzas de seguridad de Irak, se han producido durante los enfrentamientos entre agentes de la Policía antiterrorista y los insurgentes, que irrumpieron ayer en la iglesia de Sayida An Nayá (Nuestra Señora de la Salvación) después de lanzar un ataque contra la sede de la Bolsa de Bagdad, también en el centro de la ciudad.
"Todas las pruebas revelan que este suceso lleva las huellas de Al Qaeda", ha declarado a la televisión pública el ministro de Defensa, Abdel Qader Mohamed Yasem, quien ha precisado que la mayoría de los rehenes ha muerto o ha sufrido heridas cuando los agresores, que algunos de los cuales no eran iraquíes, detonaron los explosivos que llevaban consigo. En el operativo policial se han detenido a ocho sospechosos. El ministro de Defensa iraquí ha asegurado a la prensa que la liberación de los rehenes, que duró dos horas, se llevó a cabo "con éxito".
"Se ha encendido la mecha contra los cristianos de Irak"
La coalición insurgente Estado Islámico de Irak -de la que forma parte Al Qaeda en el País de los Dos Ríos, filial de la red terrorista en Irak- se ha atribuido al poco la autoría del ataque en un comunicado difundido a través de Internet, informa la CNN. En el comunicado, asegura que ha llevado a cabo el ataque para exigir la liberación "de las musulmanas detenidas en las cárceles de los cristianos de Egipto". Estas exigencias parecen estar relacionadas con una reciente polémica desatada en Egipto por la supuesta conversión, más tarde desmentida, de una cristiana al islam, identificada como Camelia Shahata. La mujer se refugió o fue retenida en un monasterio, según las distintas versiones, lo que desató protestas de la mayoritaria comunidad musulmana en el país, que exige que sea liberada por la Iglesia. Según el comunicado del Estado Islámico en el ataque de Bagdad han muerto más de 30 "infieles", en referencia a las víctimas cristianas. "Que el gobierno apóstata sepa que se ha encendido la mecha de la campaña contra los cristianos de Irak", subraya la nota del grupo.
Por su parte, Eric Bloom, portavoz del Ejército de Estados Unidos, ha cifrado en diez los rehenes muertos y en entre 20 y 30 las personas heridas. Según Bloom también han muerto siete empleados de seguridad iraquíes y entre cinco y siete presuntos insurgentes. En un primer momento, fuentes iraquíes informaron de que habían muerto siete personas y 20 habían resultado heridas en el enfrentamiento. Algunos heridos se encuentran en estado grave. Los supervivientes han relatado que cerca de 50 feligreses se disponían a comenzar la misa del domingo cuando hombres armados entraron en la iglesia. Uno de los clérigos llevó a la multitud a una sala trasera.
Bloom ha afirmado que hasta 120 personas fueron tomadas como rehenes, de los cuales al menos 13 -incluidos dos niños- consiguieron escapar. Uno de los asaltantes entró entonces en la habitación trasera y arrojó un explosivo. Antes, los milicianos habían atacado la Bolsa de Bagdad, relata la Policía, que señala que en este lugar murieron dos guardias y resultaron heridos otros cuatro. A las puertas del edificio los terroristas hicieron explotar dos coches bomba. Cuatro individuos entraron poco después en la iglesia, cercana al edificio de la Bolsa, después de enfrentarse con las fuerzas iraquíes que pretendían repeler el ataque. Los terroristas reclamaban al Gobierno que liberase a una serie de presos en Irak y Egipto a cambio de los rehenes.
Las autoridades desalojaron y acordonaron la zona próxima al centro de culto, y más adelante ordenaron a los secuestradores que liberaran a los feligreses bajo la amenaza de irrumpir en la iglesia. Tras varias horas en tensa calma, "se desató el infierno", narra Martin Chulov, periodista del diario británico The Guardian que presenció la escena. Este asegura que en la operación participaron unidades norteamericanas, pero Bloom sostiene que dichos efectivos solo suministraron aparatos de vuelo no tripulado para tomar imágenes desde el aire.
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