Usan carnaval barrial para denunciar males

Santo Domingo
Las organizaciones comunitarias del barrio La Zurza, de esta ciudad, celebraron ayer el Tercer Carnaval Barrial, con la participación de 25 comparsas, una de las cuales era haitiana.

Se trató de una festividad popular en la que los habitantes de esa empobrecida barriada se expresaron y, a través de cada disfraz, manifestaron su apoyo o rechazo a diversos temas del diario vivir.

Es el caso de la comparsa “La cara de la droga”, en la que plasmaron ese flagelo y las consecuencias que enfrenta cualquier ser humano que se deje atrapar por sus tentáculos.


El presidente del comité organizador, Juan Fernando Santana, explicó que con esa comparsa quisieron representar la realidad que se oculta detrás de las drogas, como la muerte, destrucción de familias, cárcel, enfermedades, entre otros daños que ocasiona ese flajelo en los seres humanos.

Participaron la Fundación de Saneamiento Ambiental de La Zurza (Fusazurza), que agrupó a todas las organizaciones comunitarias de ese barrio, la iglesia y juntas de vecinos.

“A la gente se le dio libertad para que se expresara y elaborara sus trajes, de acuerdo a lo que querían representar, y hoy estamos viendo a niños y adultos integrados”, dijo.

El desfile contó además con el apoyo del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) y se llevó a cabo en la avenida Duarte, justo al frente del Mercado Nuevo de esa arteria comercial. Allí se premió la comparsa con mejor fantasía, la que llevaba el mejor mensaje, la más creativa, la comparsa más tradicional y otras individuales que se destacaron.

Dedicado a Hércules Cuevas
Esta versión del carnaval fue dedicado a la memoria del profesor Hércules Cuevas Reyes, como reconocimiento por sus aportes a esa comunidad, ya que fue quien fundó el Club Juvenil de la Amistad y de la Coordinadora de Organizaciones de La Zurza, pero también formó numerosos niños a lo largo de 15 años.

Este evento tuvo como objetivo recatar los valores culturales, para contribuir a fortalecer la identidad cultural del barrio La Zurza. El espacio que tomaron las organizaciones comunitarias para realizar su carnaval resultó pequeño para la cantidad de personas que se dio cita.

De hecho, el desfile apenas podía moverse, porque la gente se aglomeró y casi se les tiraban encima a los bailarines.

Sin embargo, ni los olores que despiden los despercidios del mercado fueron obstáculo para que los habitantes de La Zurza pudieran realizar su desfile de carnaval, el cual tenía tres años que no se manifestaba