La visita del Papa a Alemania prosigue con "total normalidad y sin preocupación" y Benedicto XVI fue informado al final de la misa que celebró en Erfurt de que un hombre había disparado cerca del lugar varias horas antes, informó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
"El programa (de Benedicto XVI) prosigue con total normalidad", dijo Lombardi, preguntado por el incidente protagonizado horas antes de que comenzara la Eucaristía por un hombre que disparó con un arma de aire comprimido a 400 metros de la plaza de la catedral, el lugar de la ceremonia.
Fuentes de la policía local citadas por los medios de comunicación alemanes declararon que se trató de un caso que no tiene nada que ver con la visita de Benedicto XVI y que no serán reforzadas las medidas de seguridad en Friburgo, que consideran suficientes, a donde llegó este mediodía el Pontífice.
Según esas fuentes, más de 4.000 agentes de policía garantizan su seguridad en Friburgo, donde mañana, domingo, celebrará una misa a la que se esperan decenas de miles de personas.
Friburgo pertenece al estado federal de Baden-Württemberg, en el noroeste alemán, de gran tradición católica.
Nada más llegar a Friburgo, el Papa se trasladó a la catedral, donde le esperaban grupos de enfermos y numerosos religiosos. Cientos de personas le aclamaron por las calles por las que pasó la comitiva.
Después se trasladó a la plaza del ayuntamiento, la Munsterplatz, donde había miles de personas, firmó en el libro de oro y en una breve alocución pidió a los presentes que recen por él "para que estos días sean fructíferos, para que Dios confirme nuestra fe, refuerce nuestra esperanza y acreciente nuestro amor".
Benedicto XVI celebra hoy una vigilia con los jóvenes de Friburgo y se reunirá con los seminaristas, laicos católicos y representantes de las iglesias ortodoxas.
También mantendrá un encuentro privado con el anciano excanciller alemán Helmunt Khol, protagonista de la reunificación alemana.
El incidente de Erfurt, en la Alemania excomunista, se produjo pasadas las 05.00 GMT, dos horas antes de la misa papal, que no se vio alterada y a la que asistieron unos 30.000 fieles.
A unos 400 metros de la catedral se registraron disparos con un arma de aire comprimido y pocos minutos después la policía detuvo a un hombre de 30 años tras irrumpir en una vivienda al parecer relacionada con el individuo.
Según la policía, no hubo heridos, aunque dos de los balines alcanzaron a sendos empleados de los servicios de seguridad. EFE
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