La fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, dejó ayer detenido a uno de los ejecutivos del Dream Casinos Corporation, acusado de tentativa de homicidio en contra del abogado Fernando Arturo Báez Guerrero, luego de un interrogatorio que duró más de dos horas.
Reinoso dijo que después del mediodía de hoy martes solicitará medida de coerción en contra del canadiense Antonio Carbone.
El extranjero fue llevado pasado la 2:55 de la tarde por ante el despacho de la fiscal por miembros de la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI), quienes lo apresaron el pasado domingo mientras esperaba un vuelo con destino a Canadá en el aeropuerto de Punta Cana.
Carbone y su hermano Francesco, creadores de un sistema de apuestas computarizado que llevó al multimillonario Michael DeGroote a invertir US$112 millones entre 2010 y 2014 en República Dominicana, habían estado presos por tenencia ilegal de armas en su país.
Antecedentes criminales
No es la primera vez que Antonio Carbone se encuentra con esposas en las manos. Según los medios canadienses CBC y Globe and Mail, tanto Antonio como Francesco Carbone se declararon culpables de posesión ilegal de armas ante una corte de Toronto en julio del 2011, justo cuando las inversiones en República Dominicana cobraban fuerza. Fueron sentenciados a 60 días de prisión.
No es la primera vez que Antonio Carbone se encuentra con esposas en las manos. Según los medios canadienses CBC y Globe and Mail, tanto Antonio como Francesco Carbone se declararon culpables de posesión ilegal de armas ante una corte de Toronto en julio del 2011, justo cuando las inversiones en República Dominicana cobraban fuerza. Fueron sentenciados a 60 días de prisión.
Las armas fueron encontradas por la policía durante una requisa al negocio de tabaco que los hermanos tenían en 2009. Estaban siendo investigados por evasión de impuestos. Tanto en el negocio de tabaco como en uno previo de pintura de casas, dicen los citados medios, los hermanos habían sido perseguidos por bancos por falta de pago de préstamos contraídos para los negocios y problemas de contabilidad habían sido detectados en sus empresas.
En una entrevista con los medios investigadores, Antonio Carbone afirmó que habían comprado las armas para protegerse de amenazas de muerte. “Eso fue un asunto de negociosÖ siempre hemos sido hombres de negocios muy agresivos”, dice el Globe and Mail.
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